Capítulo 4. Draco Black

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POV Draco - días antes

«Recordad, nunca os alejéis del sendero», les había dicho Hagrid, siete años atrás, la primera vez que hicieron una incursión en el Bosque Prohibido. Aún recordaba el pavor que sentía al recordar las horribles criaturas de las que su padre le había hablado que se suponía que existían dentro del mismo. En ese momento, le parecía absurdo. La única criatura que había intentado matarlo en ese Bosque, curiosamente, era la misma que ahora iba a... Draco soltó un gemidito.

El bosque estaba demasiado oscuro como para poder identificar absolutamente nada, y aun sabiendo que no se había puesto la capa, Draco era incapaz de localizar a Gia. Oía voces por todas partes, pero no les prestó atención. Su única preocupación era encontrarla antes de que llegara al Señor Tenebroso. Se detuvo en seco en un claro, mirando. Ni rastro.

- Maldita sea - murmuró -. No puede haber llegado tan lejos...

- Pierdes tu tiempo - dijo una voz de ultratumba detrás de él. Draco se giró y abrió mucho los ojos, sorprendido. Cedric Diggory se acercaba a él, con el mismo aspecto que tenía a su muerte -. No vas a encontrarla. Se han asegurado de ello.

- ¿De qué estas hablando?

- De los ancestros - respondió. Draco le miró.

- ¿Los... los ancestros lo sabían?

- Pues claro. Por eso trataron de conseguir que volviera en sí cuando anuló sus emociones - comentó.

- O sea, que no solo Dumbledore ha estado criándola como un cerdo al matadero. Los ancestros también han colaborado - Cedric asintió.

- Eso es - corroboró -. Fueron ellos quienes formularon la profecía, o mas bien, quienes guiaron a la profesora Trelawney a tenerla. Han visto tus intenciones y ahora mismo están interviniendo.

- ¿Cómo? - preguntó.

- Bueno, tú no puedes verlos, obviamente, pero han creado un hechizo protector para que no puedas ver dónde está Gia, y así no intervengas. Dicen que tiene que ser así.

- ¿Qué tiene que ser así? ¿Es en serio? ¡Están condenándola a la horca!

- No he dicho que este de acuerdo con ellos, Malfoy - replicó -. Yo solo te digo lo que veo - Draco gruñó.

- ¿No se supone que habías cruzado más allá, que habías encontrado la paz? - inquirió.

- Si, bueno... durante un tiempo, lo creí. Hasta que vi como te follabas a la chica que quiero - le reprochó.

- ¿Esperas que me sienta culpable, o algo? Tú me quitaste su primera vez. Debía ser mía.

- Si te sirve de algo, no le impresioné - comentó -. Ella te esperaba a ti. Debí haberlo visto, era demasiado obvio. O lo veía, pero no quería asumirlo. Creí que habías dejado de ser un gilipollas posesivo.

- Si, bueno...

- Pero con ella es diferente, ¿verdad? - Draco se acercó a una piedra y se sentó. Cedric le imitó -. No te van a dejar encontrarla para que te entregues por ella, aunque lo encuentran muy noble de tu parte, solo puede ser Gia la que se entregue.

- Ella no debería morir - protestó.

- Estoy de acuerdo - admitió -. Pero ni tú ni yo podemos hacer nada. El poder de los ancestros va mas allá de lo que nosotros podemos entender.

Epilogo - Hay vida después de la guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora