Fluke soltó las cuerdas que mantenían las muñecas de MD atadas. La piel enrojecida de sus manos palpitaba, pero el alivio que sintió en ese momento superaba cualquier dolor físico. MD se levantó lentamente, sintiendo la rigidez en sus músculos por el tiempo que había pasado inmóvil. Ambos hombres se miraron en silencio por un momento, un entendimiento tácito flotando en el aire. Habían sellado un pacto, uno que implicaba sacrificio, lealtad, y una salida que no sería sencilla para ninguno.
-Te llevaré a una habitación donde podrás descansar- dijo Fluke, señalando la salida del sótano. -Pero recuerda lo que dije, MD. Dos días más, y después estarás libre. No me obligues a hacer lo que ninguno de los dos quiere.-
MD lo siguió en silencio. Cada paso que daba lo acercaba más a su libertad, pero también le recordaba lo cerca que había estado de perderlo todo. A medida que caminaba, su mente estaba en su familia: en su esposa, en sus hijos, en la promesa de que volvería con ellos. Pero había una sensación de inquietud que no lo dejaba tranquilo. Sabía que incluso fuera de la mafia, nunca estaría completamente a salvo.
Fluke lo llevó a una pequeña habitación en lo que parecía ser un ala menos vigilada de la casa. Era un espacio sencillo, con una cama modesta y una ventana que daba a un jardín trasero, enmarcado por altos muros que parecían insalvables. No había cerraduras visibles, pero MD sabía que las puertas siempre estarían vigiladas.
-Descansa- dijo Fluke, colocando una mano sobre el marco de la puerta antes de salir. -Te enviaré comida, y te aseguro que tu familia recibirá el mensaje. Cumple tu parte, y podrás volver con ellos.-
MD no respondió de inmediato, solo asintió con la cabeza. Su cuerpo estaba agotado, pero su mente estaba en alerta, repasando cada palabra, cada gesto de Fluke. Se sentó en la cama y exhaló un largo suspiro. Sabía que estos dos días serían decisivos. Si bien había hecho un trato, nada garantizaba que saldría de esa situación intacto. La mafia no se caracterizaba por su clemencia, y él había estado mucho tiempo dentro como para confiar plenamente en las promesas de Fluke.
Mientras observaba por la ventana, MD empezó a pensar en un plan de contingencia. Sabía que tenía que cumplir su palabra y no intentar huir, pero al mismo tiempo, necesitaba asegurarse de que si algo salía mal, tuviera una manera de protegerse y, sobre todo, proteger a su familia. Los dos días de espera podían ser tranquilos en apariencia, pero para MD, eran una cuenta regresiva hacia una posible traición, o la salvación que tanto anhelaba.
Un golpe suave en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Era uno de los guardias de Fluke, llevando una bandeja con algo de comida y agua. MD lo observó detenidamente, buscando señales de hostilidad o desconfianza, pero el guardia solo dejó la bandeja en una mesa cercana sin decir una palabra.
Cuando el guardia salió, MD se acercó a la ventana nuevamente, contemplando el exterior. -Dos días más-, se dijo a sí mismo. Sabía que esos dos días serían más que un simple periodo de espera; serían su prueba final, una prueba que decidiría no solo su destino, sino también el de su familia.
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¿¡AMOR ENTRE MAFIOSOS !?
RandomFluke, Prem y Earth son hijos de uno de los mafiosos más temidos de Tailandia, son adoptados y se conocieron en el orfanato, son como hermanos, se conocen y tienen una conexión especial que en ocasiones uno de ellos puede saber lo que está pensando...