~Capítulo 2~

33 6 4
                                    

— Vamos contesta.. contesta

Charlotte caminaba nerviosa de un lado para otro mientras hacía una llamada, yo la miraba con atención sentada desde mi cama abrazando una almohada.

Charlotte caminaba nerviosa de un lado para otro mientras hacía una llamada, yo la miraba con atención sentada desde mi cama abrazando una almohada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Sorellí? Sorellí al fin contestas -dijo alterada- escúchame atentamente porque han pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo -explicó-

— ¿Qué pasa? -contesta una voz soñolienta- estaba dormida, es muy temprano aún

— ¡No hay tiempo para dormir! Esto es urgente, ven lo más rápido posible a casa de Eden

— ¿Estás ahí?

— Sí, no preguntes más solo ven

— ¿Ella está bien? Algo pasó por tu tono. Iré en una hora

— Apresúrate, y mmm.... Trae ropa de tu hermano

— ¿¡Qué!?

— Tú hazlo luego te explico -cuelga la llamada-

— ¿Cuando viene? -pregunto-

— En una hora... Dios, no me acostumbro a esa voz

— Ya somos dos

Me tumbo en mi cama y con la almohada que estaba sosteniendo apachurro mi cara en ella para soltar un pequeño grito de frustración.

— Odio verte en este estado.... Pero realmente en tu lugar estaría incluso peor -se sienta a mi lado- no te preocupes nena, en un rato llegará Sorellí y ya pensaremos en algo las tres

— ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? -reclamo con enfado- ¿Qué demonios es esto?

— Tengo algunas sospechas, pero ten por seguro que no has hecho nada malo para merecerlo

El tiempo restante que transcurrió hasta la llegada de Sorellí se me hizo eterno, mientras pasaban los minutos más me daba cuenta que no estaba viviendo un sueño, admiro la capacidad de Charlotte para querer verle el lado positivo a la situación, pero realmente las cosas que decía eran también para tratar de convencerse de que todo estaría bien.
Al cabo de la hora y media se pudo escuchar toques en mi puerta seguidos por un saludo.

— Hola, ya estoy aquí

— Espera un momento -Charlotte corre a la puerta- antes de entrar debes jurar de que no vas a gritar

— ¿Es en serio, qué cosa tan mala pudo haber pasado?

— Júralo

— Bien, lo juro, sin gritos, ¿Ya puedo pasar?

Charlotte abre la puerta, mira a los lados y con rapidez empuja a su prima dentro de la habitación.

— Por Dios que rara estás -dice mientras se acomoda la ropa- qué es lo...

Rostro prestadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora