La Prueba Final

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Jon se encontraba en la armería de Themyscira, puliendo su espada. La sensación del metal frío en sus manos lo calmaba y lo centraba. Sabía que el momento de partir había llegado. La ACC, esa sombra oscura que amenazaba a todo el mundo, necesitaba ser erradicada.
Hipólita, observando a su hijo, sintió una mezcla de orgullo y preocupación. Sabía que Jon estaba listo para enfrentar cualquier desafío, pero también sabía el peligro que lo aguardaba en el mundo exterior. "Jon," comenzó, su voz llena de autoridad, "Antes de que te vayas, quiero que demuestres que estás preparado para enfrentar cualquier adversidad."
Jon asintió con determinación. "Estoy listo, madre."
Hipólita desenfundó su lazo dorado y lo sostuvo frente a ella. "Entonces, ven."
Comenzó un combate singular. Madre e hijo se movían con una velocidad y una gracia que desafiaban la imaginación. Las espadas chocaban, produciendo un sonido metálico que resonaba en la armería. Jon luchaba con todas sus fuerzas, pero Hipólita era una guerrera experimentada, y cada movimiento suyo era calculado y preciso.
La batalla se volvió cada vez más intensa. Jon recibió un golpe en el hombro, dejándolo momentáneamente aturdido. Hipólita aprovechó la oportunidad y lo desarmó. Jon cayó al suelo, sintiendo un dolor agudo en todo el cuerpo. Pensó que todo había terminado.
Hipólita se dio la vuelta, a punto de declarar la victoria. "Aún te falta mucho, Jon," dijo con voz tranquila. Pero antes de que pudiera alejarse, Jon, con un último esfuerzo de voluntad, se lanzó hacia ella. Con una fuerza sobrehumana, la desarmó y la hizo retroceder.
Hipólita sonrió, sorprendida por la tenacidad de su hijo. "Así se hace, Jon. Has demostrado que tienes lo que se necesita."
Se acercó a él y lo ayudó a levantarse. "Podrás ir al mundo exterior cuando cumplas dieciséis años. Hasta entonces, una de nuestras guerreras más experimentadas te acompañará como tu tutora. Te ayudará a adaptarte a la vida fuera de Themyscira."
Jon sintió un nudo en la garganta. Había ganado la batalla, pero también había perdido algo valioso: la oportunidad de partir inmediatamente. Sin embargo, sabía que su madre tenía razón. Necesitaba más tiempo para prepararse.
Con un profundo suspiro, Jon asintió. "Gracias, madre."

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