Capítulo 7

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"Ella me silencia, ella me admira, ella está sola, ella se siente vacía, ella apagó sus emociones, ella dejó de sonreír genuinamente, ella es amable, ella es imperfecta e intenta demostrar ser fuerte. Ella se apaga, ella le duele, ella le arde y le quema por dentro, ella se dio cuenta que debe ser fuerte porque llorar no cura nada, solo sangra más el corazón"

Paige Gilmore.


Parece que el mundo ha seguido sin ti. Los arboles florecen, la brisa es ligera, pero la siento como una tormenta. Todo a mi alrededor sigue igual, menos yo.

Es una pesadilla de la cual me aferro para despertar, pero ella se siente interminable. Porque no es un sueño cualquiera, es la vida real.

A menudo, salgo a caminar, esperando que el aire fresco alivie esta carga, pero el mundo parece indiferente a mi sufrimiento. La risa de los niños, el murmullo de la gente, todo me resulta un cruel contraste con mi soledad. Y aunque intento seguir adelante, una parte de mí queda atrapada en el momento de tu partida.

Cada día es una lucha, una batalla entre la memoria de lo que fue y la cruda realidad de lo que ya no será.

Te busco en cada esquina, en cada rayo de sol que se cuela por la ventana, esperando que, de alguna manera, puedas escuchar mi dolor y encontrar la forma de regresar, aunque solo sea en mis sueños. Perderte ha sido la lección más dura que jamás imaginé aprender, y la lucha por aceptar esta nueva vida sin ti es un camino que nunca desearía recorrer. Pero aquí estoy, aferrándome a los recuerdos y al amor que nos unió, no puedo superarlo, la gente a mi alrededor actua como si no estuviera pasando nada, pero el eco de tu existencia sigue vivo en mi corazón, incluso cuando el mundo parece haber olvidado tu luz, yo la recuerdo con cada latido de mi alma.

Estoy flotando, no viviendo.

Camino, pero no avanzo.

Duermo, pero no puedo recordar la última vez que descanse.

Desayuno, almuerzo y ceno, pero la comida es inundada por mis lagrimas.

¿Estás bien dónde estás Chris?

¿Estás comiendo bien?

¿Estás muriendo por dentro, como lo hago yo?

Las noches son las más difíciles. Me envolvía en su sudadera, la que aún guardaba como un último recuerdo de su presencia. Dormir se convirtió en un desafío, y cada vez que cierro los ojos, es como si volviera a perderlo una y otra vez. Ese vacío se colaba entre mis sábanas, abrazándome con fuerza.

A menudo imaginaba que me abrazaba por la cintura y nos dormíamos como lo habíamos hecho varías veces.

Ahora solo puedo pensar que debí haberlo abrazado más fuerte, decirle cuanto lo amo.

Christopher Warren había desaparecido.

Desaparecio de mí, de su familia y del mundo entero.

La tristeza me hacía parte de ella, manejandome como un juguete, no la detenía, porque no sabía como hacerla parar, una parte de mí, quería que no se fuera porque eso significaba que estaba bien que mi novio no estuviera conmigo y no era así, su existencia era mi motor, lo amaba desesperadamente y con cada parte de mí.

No sabía como iba a vivir sin él.

Sin verlo, sin escucharlo, sin abrazarlo, sin amarlo.

Cada vez que lo recordaba, un dolor se instalaba en mi pecho pareciendo querer matarme.

Eso seria un alivio. Asi no lloraria todo el dia. Lloraba apenas me levantaba, en la tarde, en la noche. Cada parte en la habitacion me recordaba a él. Tenía tantos regalos especiales que desbordaba lágrimas cada vez que los veía.

Bajo el mismo cielo rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora