Chapter ten

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Iba a ser muy estúpido negarlo, tenía el rostro hinchado de tanto llorar.

Lucas no es momento para visita.— dije con la mirada al suelo.

—¿Por qué lloras?.—

No es nada, solo déjame.—

Sabía lo que se venía, iba a tratar mal a Lucas por mi estado de ánimo. Odio ser como soy.

Charlie no quiero dejarte sola en este momento.—

No quiero que estés conmigo, en este momento quiero estar sola.—

Puedes estar sola conmigo.—

¡¿Por qué no entiendes que no quiero estar con nadie?!.— comencé a llorar. —¡No quiero estar con él!.—

—¿Con quien?—

El nudo que tenía en la garganta no me dejaba hablar, sin duda esto me estaba haciendo mierda.

Deja que me quede, quiero ayudarte.—

Suspiré y me hice a un lado para que entrara. Simplemente no podía hablar, se me cerró la garganta y llegó a ser en cierto punto doloroso, dolía demasiado.

Me acosté en la cama y él se acostó a mi lado.

¿Quieres que te abrace?— asentí con la cabeza.

Pasó su mano por mis hombros y quedé acostada en su brazo mientras que con su otra mano acariciaba mi espalda. Tenía mi rostro en su pecho, la lágrimas salían y salían.

¿Quieres contarme?—

—Aún no, dame un minuto para respirar.—

Tómate el tiempo que quieras.— dejó un beso en mi cabeza.

Diego quiere tener algo conmigo.— confesé por fin.

¿El estúpido de tú amiguito?— preguntó con un tono de molestia.

No lo llames así.— dije. —Si, quiere tener algo conmigo.—

—¿Y por qué lloras?—

—Porque... De tantas niñas lindas que hay en el mundo me escoge a mi, no soy ni la mitad de lo que son ellas.—

Ey eso no es cierto, tú vales mucho.—

¿Mucho? Mi mamá no opinaba lo mismo.

—Odio como soy.— hablé con la voz medio cortada. —¿Por qué yo?— repetí varías veces hasta entrar en una pequeña crisis. —¡Maldita sea! ¡¿Por qué tenía que escogerme a mi?! ¡¿Qué tengo de bonita?!.— agarré un poco de mi pelo y lo jalé, casi lo arrancaba.

¡Charlie basta!.— se sentó en la cama y agarró ambas de mis manos.

—¡No me toques!.— intenté soltarme pero obviamente él tenía más fuerza que yo.

—¡Charlotte cálmate!.—

—¡Sueltame!.— se acercó más a mi y me abrazó, me abrazó fuertemente. —¿Qué tengo de bonita?—

—Todo, en todo aspecto eres hermosa.— susurró. —Eres buena en todo lo que te propones, eres linda, eres una buena persona, eres amable, dulce, eres fácil de amar, eres única. No digas que no lo eres.—

—Yo no quiero estar con él.—

—No tienes no tienes porqué hacerlo.—

—Le dije que lo intentaría, no encontraba como decirle que no.

Unidos por un hilo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora