- ¡BUENOS DÍAS! - gritaba Camilo.
- ¡A DESPERTARSE! - acompañó Mirabel, mientras corrían por la casa.
Unos gritos interrumpieron mi profundo sueño, tras días de viaje durmiendo en alerta ante cualquier posible peligro una cama cómoda me había sentado de maravilla. Al abrir los ojos vi una sencilla y exótica habitación iluminada por la luz de la mañana que entraba por la ventana. Las paredes eran como las del resto de la casa, había un armario, una mesa de noche y una foto de la familia Madrigal enmarcada en la pared.
Me levanté de la cama y mis ojos buscaron a Isa en la foto. Su vestido era completamente rosa y su sonrisa parecía forzada, al mirar mejor noté que la casa lucía diferente y que su sonrisa no era la única que daba la sensación de ser falsa.
- Elsa, te esperamos afuera - dijo Mirabel a través de la puerta sacándome de mis pensamientos.
Al salir de la habitación no vi a nadie, supuse que ya estaban todos fuera de la casa. Al salir encontré a Isabela sirviéndose el desayuno.
- Hola Isa, lo siento por lo de anoche ¿te parece bien hacerlo hoy? - dije preguntando por el coqueteo de broma.
- Eh... Sí, sin problema - respondió, y justo después mordió una arepa, no estoy segura de si era una arepa pero al menos se le parece.
- Entonces tomo esto prestado - le quité la arepa de la mano y la mordí - Gracias cariño - le devolví la arepa a Isabela, que me miraba con la boca abierta.
- ¡Camilo! Deja de fingir que eres Isabela para repetir - dijo Félix.
De repente Isabela se transformó en Camilo y se fue sin decir una palabra.
Justo después vi a Isabela salir de la casa y acercarse a mí.- Hola preciosa ¿te ayudo con el desayuno? - la miré atónita, ya no sabía en quien podía confiar.
- ¿Cómo sé que no eres Camilo?
- Pues porque Camilo está ahí - lo señaló - ¿Una no puede dar un piropo por voluntad propia?
- Sí, es verdad.
Decidí evitar contarle lo sucedido y nos sentamos a la mesa.
Después de que Alma repartiera las tareas diarias cada quien siguió sus propias conversaciones.
- Elsa - Mirabel llamó mi atención - Dijiste que querías estudiar nuestra magia, yo te puedo hacer de guía.
- Me encantaría, Mirabel.
- En cuanto termine con mis tareas os acompaño - dijo Isabela.
- Cuando tú termines vas a ayudar al resto - dijo la abuela intentando sonar amenazante pero nadie le prestó mucha atención.
- Sí abuela, ayudaré al resto - mintió.
Terminamos de desayunar y cada quien fue a ocuparse de sus quehaceres.
- Sígueme Elsa, qué mejor manera de presentarte la magia que presentando a la familia.
- Ya lo hiciste ayer.
- Pero no con una canción, y me faltaron algunos dones - Mirabel empezó a cantar para presentar a la familia Madrigal.
*media canción más tarde*
- ¿Por qué no hablas de ti?
- Todavía no he actualizado la letra y al no tener don no me permitía ser tan autobiográfica.
- Cuando te añadas en la canción quiero volver a escucharla.
- ¡Claro! - dijo Mirabel con una sonrisa.
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Clavel Antártico [Elsa x Isabela]
RomanceElsa llegó a Encanto sin saber qué encontrar, pero poco después descubrió que se casará con Isabela, fanática de los cactus, y que adora el comportamiento chismoso de los Madrigal. (En el capítulo 1 hay un resumen de los 2 prólogos, eran los dos pri...