Cabe destacar que este libro no es de mi propiedad sino de Lisa McMann
.-.-.-,-1 de enero de 2001, 7:29 A.M. A un lado está tirado un camión U-lance. Un hombre, una mujer y una niña de la edad de Janie salen y se hunden en la nieve. Los automóviles están todos cubiertos por ella. Janie ve el reloj desde la ventana de su dormitorio.
La chica es morena y bonita.
Janie se pregunta si ella será presumida, como todas las demás niñas de la escuela que llaman a Janie basura blanca. Tal vez, ya que esta chica nueva vive
junto a Janie -que está en el lado equivocado de la ciudad- ellos la llamarán basura blanca también.Pero ella es muy bonita.
Lo suficiente como para hacer una diferencia.
Janie se viste apresuradamente, se pone su abrigo, sus botas y se dirige hacia donde está la chica, para tener la primera oportunidad de llegar a ella antes que los demás estudiantes de North Side. Janie está verdaderamente desesperada por tener un amigo.
-¿Quieres un poco de ayuda?-le pregunta con una voz más segura de lo que ella siente.
La chica se detiene.
Una sonrisa profundiza los hoyuelos en sus mejillas e inclina la cabeza hacia un lado.
-Hola-dice-.Soy Carrie Brandt.
A Carrie le brillan los ojos.
A Janie le salta el corazón.
2 de marzo de 2001, 7:34 P.M. Janie tiene trece años. Ella no tiene saco de dormir, pero Carrie tiene uno extra que puede utilizar. Janie pone su bolsa de plástico del supermercado en el suelo y se une a Carrie en el sofá del salón.
Dentro de la bolsa hay un regalo de cumpleaños hecho a mano para Carrie, el pijama de Janie y un cepillo de dientes.
Ella está nerviosa, pero Carrie está charlando suficiente para ambas, esperando que Melinda Jeffers se aparezca.
Sí, esa Melinda Jeffers. La del lado norte de Fieldridge.
Y, al parecer, Melinda es también la presidenta del club "Hacer a Janie Hannagan miserable". Janie, por su parte, se limpia el sudor de sus manos en sus jeans.
Cuando llega Melinda, Carrie no adula sobre ella.
Janie cabecea un "Hola". Melinda sonríe tontamente. Intenta susurrar algo a Carrie, pero Carrie no le hace caso.
-¡Hey! Hagámosle un peinado a Janie-propone.
Melinda le lanza una mirada apuñalada a Carrie. Pero ella sólo sonríe brillantemente a Janie, preguntándole con sus ojos si acepta. Janie sofoca una mueca y Melinda se encoge y finge como si a ella no le importara después de todo. Aunque Janie sabe que es mentira y lo que ella está por hacer es suicidio.
Las tres chicas lentamente se vuelven más cómodas o quizás sólo se resignan, la una con la otra. Se ponen maquillaje y miran los vídeos preferidos de Carrie de viejos comediantes, algunos de quién Janie nunca había oído hablar antes. Luego juegan entonces a "Verdad o Reto".
Carrie alterna: verdad, reto, verdad, reto. Melinda siempre escoge verdad. Y luego le toca a Janie.
Janie nunca escoge verdad. Ella es una chica bastante temeraria. De esa manera, nadie ve en su interior. Ella no puede permitirse el lujo de dejar que alguien entre allí.
Pueden conocer su secreto. Las risitas se convierten en histéricas cuando el reto de Melinda para Janie es correr afuera a través de la nieve descalza, por todo el patio trasero, quitarse la ropa y hacer un ángel de nieve desnuda.
Janie no tiene problema con eso ¿Qué tiene que perder? Ella tomará ese atrevimiento sin renunciar a sus secretos.
Melinda mira a Janie, con sus brazos cruzados en el frío aire nocturno y con el desprecio dibujado en su cara, mientras Carrie ríe nerviosamente y ayuda a Janie a conseguir su camiseta y sus pantalones vaqueros. Luego, toma el sujetador de Janie, llena las copas con nieve y las usa como catapultas para tirarle bolas de nieve a Melinda.
-¡Eww! Asqueroso- Melinda dice con desprecio-¿Dónde consiguió esa vieja cosa sucia? ¿En el Ejército de Salvamento?
Las risitas de Janie se desvanecen. Ella, muy avergonzada, toma su sujetador de la mano de Carrie y lo mete en el bolsillo de sus pantalones vaqueros.
-No-dice acalorada, después ríe nerviosamente otra vez-Esa fue buena ¿Por qué? ¿Te parece familiar?
Carrie lanza un bufido. Incluso Melinda ríe, a regañadientes. Luego, las tres caminan penosamente adentro por más palomitas de maíz.
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La Cazadora de Sueños: Sueña
Ngẫu nhiênPara Jnie, a sus diecisiete años, verse arrastrada a los sueños de otras personas ha dejado de ser una novedad hace tiempo. No puede decirle a nadie lo que hace porque, o jamas le creerian o, peor aun, la considerarian una tarada. Janie, por consigu...