One-Shots (Satosugu)

Enigma Heat

Bien se sabía que Satoru había dejado de tener la maña de cogerse a cualquier beta u omega que se le acercara, no se sabía el por qué, por más que curiosearan.

Satoru y Suguru tenían bien escondida su relación. Eran una pareja envidiable si es que se daban a conocer, pero, por comodidad de los dos, decidieron dejarlo en privado.

Por eso siempre se salían a escondidas de todo sin que los vieran, escabulléndose entre los rincones.

Si bien Gojo era un mujeriego, le juró lealtad absoluta a Suguru. Había descubierto que en verdad se acostaba con chicas para poder saciar sus ganas. Pero todo su ser estaba hecho para Suguru.

Y es que en verdad lo amaba, lo mimaba cada que podía, y obviamente le hacía bromas. A pesar de que eran pareja, nunca dejaron de ser los mejores amigos que eran desde siempre, nunca.

Ningún día era la excepción, en los dos años que llevaban de relación nunca habían presentado un problema, Geto confiaba en Gojo, pero este siempre tenía la costumbre de sobreexplicarle cada detalle, y de verdad que no se quejaba.

No iba a poder negar que al principio sí se sintió mal, temiendo ser solo una aventura más de Gojo, pero cuando vio que iba en serio, se alegró.

A sus ojos era magnífico. Desde un principio, Satoru le había mostrado un día en su casa cómo bloqueaba a todas las chicas con las que había tenido una aventura, prometiéndole que nunca haría algo de nuevo.

Pero últimamente veía que Satoru cambiaba su humor más de lo normal, era bipolar y lo sabía, pero para bien, si estaba estresado, con la sola presencia de Suguru se ponía de mejor humor.

Y era lo que Geto no entendía, pero también le alegraba, aunque no le gustaba mucho la idea de que su novio cambiara de actitud últimamente, preguntándose qué estaba sucediendo.

Pero todos saben que para tener una buena relación, hay que tener comunicación, y Geto no tenía miedo de preguntar las cosas, solo curiosidad.

Así que mientras iban rumbo al departamento de Geto, este habló: —Satoru, puedo preguntarte, ¿por qué últimamente cambias de humor tan rápido? Quiero decir, sé que eres así, pero ahora te pones muy rápido de mal humor... Incluso tus feromonas están más amargas-- Gojo sintió vergüenza, ¿en verdad se veía tan obvio? --Oh, Suguboo, yo... Hace unas semanas me hice un diagnóstico, ya que siempre veo cambios en mi cuerpo, y la doctora me dijo que pronto entraré en mi celo.

Celo.

Suguru siempre sintió curiosidad, ¿cómo será un celo de un enigma? Había investigado, y era lo mismo que los Alfas, pero a pesar de esto, eran mucho más dominantes y demandantes, llegando a poder a dominar hasta a un Alfa, sea hombre o mujer.

Y en verdad no se quejaba, le encantaba la naturaleza de su novio, pero Gojo era fuerte en todos los sentidos, quién sabe cómo sería en su celo...

--Ya veo, me imagino que te estás preparando para cuando ese momento llegue, ¿no?-- Vio como su novio asentía, sí, lo supuso. --Sinceramente, estoy algo nervioso, por eso quería preguntarte... -- Hizo una pausa a su oración. Estaba seguro de que su novio aceptaría, pero le daba miedo hacerle daño --¿Pasarías mi celo conmigo?--

Por alguna razón se puso rojo, sorprendiéndole que su novio le pidiera eso.

Y no estaba mal esa propuesta. En los celos que Suguru había tenido, Satoru siempre lo apoyaba, dándole lo que deseaba.

No era capaz de negarse.

--Claro que sí, Satoru, deberías conocer mi respuesta-- Los ojos de su novio se iluminaron como si los de un cachorro se trataran. Río, entraron a su departamento y se mimaron muchísimo.