Hannah había esperado ansiosamente la noche para encontrarse con Harry en uno de sus rincones secretos de la Isla de los Perdidos.
El rincón donde solían encontrarse estaba cerca del muelle, oculto por una serie de rocas. Era su refugio, un lugar donde podían estar solo los dos. Hannah llegó primero, con su cabello azul ondeando a la luz de la luna. Se sentó en una roca, esperando a Harry, y su mente volvió a aquel sueño extraño que había tenido la noche anterior.
Se encontraba en un bosque oscuro y misterioso, lleno de árboles altos y sombras danzantes. La luz de la luna se filtraba entre las ramas, iluminando un pequeño claro donde se encuentra un lago cristalino. Hannah estaba, sentada en la orilla del lago, observando su reflejo en el agua.
Hannah: (pensando) Esto debe de ser un sueño... No puedo estar realmente aquí. No en un lugar tan tranquilo y hermoso.
La brisa nocturna sopla suavemente, haciendo que las hojas susurren como si compartieran secretos. Hannah cierra los ojos, disfrutando de la sensación del viento en su rostro. De repente, escucha una voz cálida y familiar.
"¿Te gusta el lago? Es uno de mis lugares favoritos en Auradon."
Hannah gira la cabeza rápidamente, sorprendida de ver a un joven parado cerca de ella. Alto, con cabello castaño claro y ojos cálidos, que la mira con una sonrisa suave.
(Dando unos pasos hacia ella, aún sonriendo) "Has estado en Auradon desde hace días, pero parece que hasta ahora descubriste el Lago Encantado. Un lugar tan tranquilo merece una visita, ¿no crees?"
Hannah: (Mirándolo fijamente, tratando de procesar la situación) Esto no puede estar pasando... ¿Quién eres? ¿Un príncipe o algo así?
(Se sienta a su lado) "Lo sabes, soy tu amigo."
Hannah: (Frunce el ceño, desconcertada) Esto tiene que ser un sueño. No tengo amigos.
Y luego había despertado con mas preguntas de las que tenia antes.
De pronto, Harry apareció en el rincón secreto, su rostro iluminado por una sonrisa pícara. Se acercó a Hannah, envolviéndola en un abrazo cálido.
Harry: (acercándose a ella) "Así que, la princesa ha decidido salir de su castillo subterráneo."
Hannah: "¿No puedes decir simplemente "hola"? Aunque, claro, supongo que prefieres hacer las cosas a lo grande."
Harry se río, acercándose más, y dándole un beso. La luna reflejaba en sus ojos, haciendo que su mirada fuera aún más intensa.
Harry: "No puedo evitarlo, querida. Las grandes entradas son mi especialidad. Además, me gusta ver cómo te esfuerzas por mantener esa aura de misterio. Te sienta bien."
Hannah le lanzó una mirada divertida mientras se sentaba junto a él.
Hannah: "Oh, ¿y tú qué? ¿Eres el gran seductor de la isla? Si es así, tienes que mejorar tu técnica. El sarcasmo no es un cumplido, pirata.
Harry se acercó un poco más, jugando con el borde de su chaqueta mientras la observaba.
Harry: "Y si te dijera que el sarcasmo es mi forma de decir "me gustas"? ¿Lo aceptarías?"
Hannah lo miró fijamente, sus labios curvándose en una sonrisa.
Hannah: "Eso es irónico, y lo sabes, porque el sarcasmo... digamos que es tu lenguaje de amor. Sin embargo, por alguna razón, aún no me he cansado de él"
Harry se inclinó hacia ella, susurrando en su oído:
Harry: "Es porque, en el fondo, sabes que te enorgullece que yo sea tu sarcasmo personal."
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Entre las sombras
RomanceAuradon ha decidido dar una segunda oportunidad a los hijos de los villanos más infames de la Isla de los Perdidos. Entre ellos, se encuentra Hannah, la hija de Hades, que fue criada en la oscuridad de una cueva, alejada de la realidad de su verdade...