CAPITULO 2

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Hoy... en verdad, no era su día.

Nada estaba saliendo como hubiera querido. Severus solo deseaba descansar, para poder recuperar algo de la paciencia que perdió con el terco elfo de Regulus Black.

Si.

El elfo le había convencido de llevarse al desmayado de su amo, Regulus Black, el hermano menor de su acosador y enemigo. De todas las personas que pudo haber salvado tenía que ser una qué era familiar de ese energúmeno. Sin más remedio, porque en verdad necesitaba el dinero para continuar sus estudios, a regañadientes le dió su antigua dirección para después aparecerse dentro del abandonado lugar.

No había vuelto a esa casa desde la muerte de su troglodita padre muggle.

Ahora tenía escondido a un posible traidor del lado oscuro en el cuarto más alejado de la casa en la que vivió su infancia y adolescencia, la pobre herencia que le dejaron sus "maravillosos" padres. Genial. Y no solo eso, no, este día no podía acabar ahí. A este problema se sumó la aparición de Lucius Malfoy. ¿Cómo se puedo olvidar de él? Se le había pasado de la mente que tenía su dirección.

El aristócrata de cabello rubio plateado, de piel pálida y ojos grises, tenía su cuerpo alto y delgado sentado en el sillón viejo en la que solía estar su padre antes de morir en el muy descuidado y polvoriento salón de su casa. Se notaba que no estaba feliz. Al menos eso fue lo que logró ver en la máscara de hielo del hombre.

-Severus iré directo a la cuestión. - Vio asentir a Severus antes de continuar. -¿Por qué no fuiste a la reunión de hoy? Y ¿Qué haces de vuelta en esta pobredumbre?

-Tuve que venir a ver como se conservaba está casa. Me pienso mudar aquí.

Severus no debía dudar ni titubear o sino el hombre que estaba al frente se daría cuenta que mentía.

-¿Para qué? ¿Mi mansión no es suficiente para ti?

-No es eso, Lucius. Estoy agradecido por tu ayuda en mi momento de necesidad, pero no quisiera seguir siendo una molestia. También tengo mi orgullo.

-Pudiste haber venido a ver tu herencia cualquier otro día. No hoy que teníamos una reunión importante.

-Lo siento. Se me fue el tiempo.

-El Lord está molesto. No hace falta que te diga, pero aún así tienes que saber que en ésta guerra eres una parte esencial para nosotros.

-Lo sé, Lucius. No volverá a pasar. -Respondió Severus con la misma máscara fría en la que educó su rostro. -Estuve equivocado. Las órdenes de nuestro Señor Tenebroso van antes que nuestros deseos.

-Me complace que lo entiendas.

-Si, ¿Algo más?

-Si, el lord nos comunicó en la Reunión de hoy que Regulus Black no asiste a su llamado desde hace meses. Nos dirigiremos a la antigua casa Black para saber la razón.

"Parece que el desquiciado si se dió cuenta de la ausencia del muchacho", pensó. "Debo de llevarlo a otro lugar si quiero que viva lo suficiente para que pague la deuda de vida que tiene conmigo... ¿Pero a dónde lo llevaría?"

-Entiendo. ¿Hay algo que el Lord solicite de mi?

-Si, nuestro Señor quiere que elabores estas pociones. Las quiere listas en 3 días.-Lucius le tendió una lista que había sacado de su túnica, sacando al mismo tiempo una bolsa con los ingredientes necesarios.

Severus asintió y tomó la nota. Todas eran pociones con dificultad media no sería difícil completarlas en ese límite de tiempo. Agradeciendo que le enviaran los materiales, también. No quería gastar su dinero.

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