CAPITULO 12

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26 de Junio de 1980
Londres
Callejón Diagon.
10:44 AM.

Severus y Regulus se encontraban caminando por el Callejón Diagon. El lugar era sombrío. Parecía que la vivacidad que poseía se la hubiera llevado un dementor. Las distintas tiendas que antaño estuvieron repletas de diferentes magos y brujas ahora se encontraban vacías o atendían a puerta cerrada. Incluso algunas fueron abandonadas.
Toda la alegría se había ido con el surgimiento del caos.

—Que silencio. —Regulus, transformado por la poción multijugos y vestido con las túnicas que Severus le prestó, miraba alrededor tratando de comparar el nuevo Diagon con el de sus recuerdos. — Es muy aterrador.

—Éstas son las consecuencias de una guerra. —Severus caminaba con la mirada fija al frente.

—Que horrible.

—Te advierto que no mires a nadie a los ojos o te encontrarás con problemas. No te ayudaré si los obtienes.

—Soy perfectamente capaz de protegerme a mi mismo, Severus. No necesito ser salvado.

—Por supuesto. —Severus le respondió con sarcasmo. —Eres tan capaz que te salvaste a ti mismo hace un año.

—E-eso... No me lo recuerdes. —Regulus sintió su rostro arder en vergüenza. Mejor se hubiera callado.

—Camina, señor capaz. Apurémonos en llegar al Callejón Knockturn.

—¿A dónde vamos?

—Tú solo sigueme. En silencio.

Atravesaron el Callejón rumbo a un edificio lúgubre al lado del pub The White Wyvern. Severus tocó la puerta en una serie de sonidos con sus nudillos: tres golpes, luego dos, seguido de cuatro golpes. Escucharon el destrabe de la cerradura. Viendo aparecer a un hombre de mediana edad vestido con túnicas negras viejas entre la penumbra.

—¿Asunto?.—Preguntó

—Transacciones. —Respondió el pocionista con la voz fría.

—¿Nombre?

—Severus Snape y un amigo.

Al oírlo el hombre primero los miró desconfiado para luego abrir la puerta más allá de la ranura por lo que los recibió.

—Adelante.

Regulus siguió a Severus preguntándose como descubriría aquel lugar y el porqué estaban ahí. El pocionista le había dicho que comprarían ingredientes pero la boticaria se encontraba al frente del pub. Dentro del edificio se encontraron con un pasillo iluminado con velas flotantes.

—Por aquí. —Escucharon decir al portero. Quien empezó a caminar.

—No te separes de mi lado.

Regulus sintió a Severus tomarlo de su muñeca; haciéndolo avanzar con él por el pasillo. El hombre los llevó al sótano, deteniéndose en una pared despejada. Sacó su varita, tocando con ella un grupo de ladrillos en diferentes direcciones, abriendo así una entrada hacia un bullicioso mercado.

—Increíble. —Susurró Regulus. Siguiendo a Severus al interior. Volteó viendo como se cerraba la abertura de la pared al escuchar el crujido.

—Vamos. No te quedes atrás. —Severus le dijo mientras avanzaba.

—¿Qué es este lugar?

—Este es el mercado negro «SarffPluog». Aquí recibiremos la información que te dije hace días.

—¿Aquí encontraremos a ese contacto tuyo?

—Si, ahora avanza.

Regulus iba maravillado, observando hacia todos lados. Se veía que aquí era muy diferente allá en Diagon. Los puestos con distintas productos se llenaban de diversos magos y brujas que buscaban comprar o vender. Hasta escuchó a una bruja anciana regatear una escama de dragón. Estaba emocionado, nunca supo de un lugar así.

DECISIONES  (En Emisión) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora