𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘯𝘶𝘦𝘷𝘦

184 15 22
                                    

✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'

𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐚𝐬𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐨𝐜𝐮𝐩𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐛𝐚𝐢𝐥𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐫𝐫𝐢𝐛𝐚𝐝𝐨𝐬

✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'✵•.¸,✵'

RAFE CAMERON

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

RAFE CAMERON

Mi hermana no había parado de mandarme mensajes desde que le dije que Ivonne iba a asistir conmigo a la fiesta de su cumpleaños. Rebosaba entusiasmo con cada cosa que me decía al respecto, y aunque solía encontrar sus mensajes interminables un poco irritantes, hoy no podía evitar sonreír ante su emoción. Estaba genuinamente feliz de que quisiera conocer a Ivonne, que estuviera dispuesta a abrirle las puertas de su mundo sin prejuicios ni reservas.

Mientras me miraba en el espejo, terminando de peinarme, no podía evitar sentir una oleada de satisfacción. Era extraño, pero por primera vez en mucho tiempo, me sentía... bien. Realmente bien. Como si, por fin, las piezas de mi vida estuvieran encajando en el lugar correcto. Todo parecía estar alineándose por fin. El reflejo que me devolvía el espejo no era solo el de un hombre bien vestido para una fiesta; era el de alguien que había empezado a descubrir quién era en realidad. Durante tanto tiempo, había sentido que mi vida se definía por las expectativas de otros, por las decisiones que tomaban por mí, y por los caminos que no había elegido pero que seguía de todas formas. Había sido como un actor en una obra que no entendía del todo, recitando líneas que no había escrito. Pero ahora... ahora todo era diferente.

Cuando me miraba, no veía al hijo del empresario, ni a la persona que había abandonado un proyecto millonario. Me veía a mí, tal como era, y eso era liberador.

Terminé de peinarme y me aparté un poco del espejo, estudiando el resultado con una sonrisa. No era solo mi aspecto lo que me complacía, aunque sabía que me veía bien. Era todo lo que esa imagen representaba. Un nuevo comienzo. Una vida que se estaba forjando según mis propios términos, no los de nadie más.

Miré mi móvil una última vez, viendo que Ivonne me había dejado un mensaje diciéndome que llegaría un poco más tarde, ya que tenía que ayudar a su padre. Hoy no habíamos coincidido, a excepción de cuando nos hemos despedido en la asociación. El señor Stan reclamaba mi presencia en su despacho porque quería mostrarme a algunas de las personas en las que podríamos apoyarnos para salir adelante con el proyecto. Mientras tanto Ivonne se había quedado allí junto a JJ y sus amigos, organizando cosas y preparando el día de entrega de alimentos que tenían previsto para hoy.

Mientras recogía el regalo de mi hermana de la habitación y buscaba mi cartera, no podía evitar que una sonrisa estúpida se me dibujara en el rostro al recordar la cita con Ivonne hace una semana. Al pensar en ella, me sentía como un adolescente con las hormonas revolucionadas, incapaz de concentrarme en otra cosa que no fuera Ivonne. Solo quería estar con ella, hablarle, escuchar su risa, perderme en su mirada. Desde esa cita en el muelle, era como si no pudiéramos separarnos ni un segundo sin sentir que algo faltaba. Y eso me encantaba. Me encantaba sentir esa urgencia, esas ganas de todo con ella. Era nuevo, emocionante y, sinceramente, no me importaba en lo más mínimo parecer un idiota enamorado. Porque eso era exactamente lo que era.

DE RICOS Y REBELDES - RAFE CAMERONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora