colson

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Colson

La mañana que desperté peleando con una camisa que dijera que era un lobo no tan tonto, tenía esperanzas, tenía planes de disfrutar de nadar en el lago, acampar en el bosque y molestar a las hembras de la manada que harían los disfraces para la fiesta de la cosecha.

Mikey y yo siempre íbamos juntos, Mikey disfrutaba bailando alrededor de mi y yo simplemente me quedaba parado balanceándome de un pie a otro con la esperanza de no avergonzarlo demasiado. Mikey nunca parecida avergonzarse de mi cuando estábamos en la manada, su sonrisa siempre opacaba a las máscaras que se ponía, independientemente de lo bonita que fuera.

La fiesta de la cosecha con su baile de máscaras era una de sus fiestas favoritas. Se hacían todo tipo de comidas, juegos para los niños, fogatas en la noche, carreras bajo la luna y el baile de máscaras. Le había pedido a Jenny que nos prepara mascaras a juego a Mikey y a mí para este verano, me había pasado todo el año recogiendo las plumas más bonitas para la de Mikey, porque sabía que le encantaban pero no quería que lastimaran a un animal arrancándoselas para hacer un disfraz, entonces había pasado horas recogiendo las mejores que encontrara accidentalmente, verdes y brillantes, algunas oscuras, algunas que tuve que limpiar en el lago y secar al sol, a jenny le había parecido un gesto romántico y secretamente esperaba que a Mikey también.

necesitaba que supiera que me importaba, que pensaba en el todo el tiempo durante mi trabajo custodiando los limites del territorio. Era mi vigésimo segundo verano, estaba nervioso de ver a Mikey, como cada vez que pasábamos mucho tiempo separados, porque el tenía humanos más inteligentes como él, humanos que lo entendían mejor que yo, había planeado todo nuestro verano pensando en que se diera cuenta de todo lo que la manada podía ofrecerle, lo que yo podía ofrecerle si se quedaba conmigo en la manada. Me había despertado nervioso, sí, pero nunca creí que todo se iría a la mierda de la forma en la que lo hizo.

Quizás si era lo suficientemente tonto como para no anticiparme, pero de un segundo a otro todo empezó a desmoronarse, Dex diciendo que Mikey ya no podía ser parte de la manada, luego el celo, Mikey siendo marcado por mi, Dex y Don pelando todo el tiempo a los gritos, todo había dado un giro de 180 grados, y lo único que sabia hacer era acurrucarme sobre mi mismo junto a la cama de Mikey, mi ahora compañero y tomar su mano. No estaba haciendo nada por él. Me sentía más tonto e inútil de lo que ya lo hacía normalmente.

Fuera de la habitación se oían los gritos, y el revuelo en la sala. Apreté la mano de Mikey sintiéndome solo y perdido y como si una parte de mi faltara en mi pecho. Necesitaba a mi compañero. Apoyé mi mejilla contra su mano, dejando salir un lloriqueo lastimero mientras oía la pela fuera. Jenny había llegado y se había unido a la refrigeria entre Dex y Don.

Tenía mis sospechas sobre el drama, pero no estaba muy seguro de como ayudar a que las cosas se calmaran. Dex había hecho algo malo, muy malo a Don, y Jenny era su hermana, era normal que se enojara en nombre de Don, pero también era la pareja de Dex, el vinculo era una fuerza que iba sobre todo lo demás.

El vinculo era horrible.

Los lobos emparejados decían que era hermoso, pero se sentía como si algo hubiera sido arrancado de mi pecho para ser entregado, algo vital que nunca volvería a ser a mio, Siempre había sido apegado a Mikey pero esto era visceral. Le había entregado algo que ni siquiera sabía si él lo quería, si el despertara y dijera que no quería ser mi compañero Me arrancaría el corazón del pecho y se lo entregaría, moriría sin dudarlo por evitarle el dolor de un vínculo roto y enfermo, si tenía que dejarlo ir, lo haría, estaba aterrado por las consecuencias y contra todo era lo más hermoso y aterrador que había vivido en mi vida. Incluso si dolía y se sentía sucio, podrido, dolorido, necesitado, pero a la vez era todo lo que mi lobo siempre había deseado, si pudiera tenerlo, brillante y saludable, sabía que sería hermoso. Mikey era hermoso, todos los compañeros pensaban eso de sus parejas, pero mi Mikey era realmente el humano más hermoso de todos.

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