- 7. 'El baile'

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Miami, Florida - Estados Unidos de América

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Miami, Florida - Estados Unidos de América. 22:00 PM. Rainelis' POV.

Después del almuerzo, regresamos a la oficina y nos pasamos toda la tarde alrededor de numerosos documentos y hojas de cálculo. El estar con ella me hacía pensar en cosas que no debía, podría ser una locura de mi parte, pero a veces sentía sus ojos en mí de manera intensa,
como Alondra miraría a Rai. O tal vez fue sólo mi subconsciente de que me ve a mí del mismo modo.

— Podemos darles los planos del año pasado también. — Hablé colocando unos papeles en su escritorio, ya pasaba de las 8PM.

— Sería una gran idea, ¿no crees? — Dijo, recogiendo los papeles.

Escuché unos débiles golpes en la puerta, y entonces vi a Rodrigo. Él tenía una mirada seria.

— ¿Rainelis, puedo hablar contigo?

Alondra lo miró durante unos segundos y luego a mí.

— Rodrigo...

— Ve y hable con él, señorita Rosario. — Dijo fríamente, áspera.

Cerré mis ojos y salí de la habitación.

— ¿Qué pasó con nuestra cena? — Preguntó algo molesto.

— Lo siento, pero creo que no podré ir.

Movió la cabeza, poniendo sus manos en su cintura con una expresión irritada.

— Me estás tratando como un estúpido, me plantaste por segunda vez el mismo día.

— ¿Qué quieres que haga? No tengo más opción. ¿Crees que me gusta trabajar hasta tarde?

— Sabes que tienes la opción de irte, ¿verdad? ¿Esta mujer apenas ha entrado y ya te está explotando?

— Shh ¡Baja la voz! ¿Quieres que escuche? Necesito mi trabajo. — Le dije molesta.

— ¿Hay algún problema? — Escuché la voz de Alondra detrás de mí.

— No, señora...

— Señora López, ¿no cree que el horario de trabajo es inoportuno? — Rodrigo preguntó, desafiándola.

Pude ver las venas de Alondra marcarse y su mandíbula endurecer, tomó una respiración profunda y luego habló.

— Señor Carrera, debo informarle que yo soy la presidenta de esta empresa, debido a que no tengo que explicarle los horarios a mi personal.
Si está pensando que es tan tarde, ¿Por qué sigue aquí?

Ella prácticamente le dio un golpe directo, literalmente, no dudaba de que, si Rodrigo pudiera matar con la mirada, seguramente lo habría hecho. Las palabras de Alondra fueron precisas y arrogantes.

The stripper || RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora