- 8. 'El beso'

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Miami, Florida - Estados Unidos de América

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Miami, Florida - Estados Unidos de América. 00:55 AM. Alondra's POV.

En la oscuridad de mis ojos, deslice mis manos sobre su rostro delicado que estaba libre de aquella máscara negra que tenía momentos antes. La bailarina tenía rasgos delicados y sensuales, su rostro era fino y bien dibujado. Arrastré mi pulgar por sus pómulos hasta llegar a sus labios carnosos. Ella permaneció inmóvil ante mi tacto, dibujé su cara con las yemas de mis dedos.

— Eres preciosa, Rai...

Ella sonrió, estábamos tan cerca que podía sentir su aliento caliente en mi cara, ella se me acercó, ya sabía lo que pasaría.

Sentí sus labios tocando los míos, eran cálidos, suaves. No tenía manera de explicar la sensación que me dio con un simple gesto, succioné su labio inferior, pidiendo paso para profundizar nuestro beso. Rai entreabrió su boca, dándome total acceso, serpenteé mi lengua sobre la de ella lentamente, y con un rápido movimiento, acerqué su cuerpo al mío de forma posesiva, mientras mis labios succionaban su lengua majestuosamente.

Su beso era como probar licor con cereza, embriagador y alucinante. Sus manos fueron a mi cuello llevándome más cerca, mientras que me arañaba lentamente con sus uñas.

Todo allí emanaba deseo y lujuria. La música, el lugar, su beso. Delineé sus labios con la punta de mi lengua, poco después succioné de nuevo logrando que empujara su cuerpo a la pared acercándola más a mí. Estaba perdida en una ola placentera con tan solo un beso. Como el beso iba terminando, Rai haló mi labio con sus dientes, haciéndome gemir bajo para luego tomar mi boca en un beso más intenso y salvaje.

Sujeté su cintura firmemente, así uniéndola más a mí, mi cuerpo estaba en llamas, el instinto animal de hacerla mía era tan grande. Abrí su traje para tocar su cálida y suave piel. Descendí mis besos hacia su cuello, pasando mi lengua sobre su punto sensible, se estremecía con mis caricias al igual que yo, mi cuerpo reaccionó a cada toque de su cuerpo.

— Alondra... — La oí susurrar roncamente en mi oído.

Yo no paré, pasé mis dedos a través de la línea de su columna, hasta que bajé a su trasero, clavando mis uñas con facilidad, mientras hacía un camino de besos por su cuello hasta el lóbulo de la oreja, donde rápidamente mordí, haciéndola gemir. Apretaba sus dedos entre las hebras de mi cabello, causando un dolor placentero.

Pero luego ella se alejó, provocando que me detuviera, pode sentir su pecho subir y bajar en una pesada respiración, jadeante.

Acerqué la mano a mi cara para quitar el pañuelo, para darme cuenta que Rai ya se había colocado su máscara. Vi una sonrisa provocativa en su boca.

— Tengo que irme. — Habló, jadeante.

Nos miramos intensamente, sin perder el campo de visión.

— ¿Qué pasa? ¿Ya? Quédate conmigo.

— No puedo...

— Sí puedes, Rai, un beso no es demasiado, demonios... — Le dije sujetando sus manos. — Podemos salir de aquí si quieres, puedo llevarte a otro lugar, a donde tú desees ir.

The stripper || RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora