Pequeños intentos de lemon
Pedidos abiertos de One Shots
~Amo a todos los personajes de kny y espero poder transmitirles ese afecto que les tengo~
Solo denle una oportunidad
Disfruten las lecturas que verán a continuación
Advertencia- Contenido Explícito / primera vez escribiendo algo de este tipo de género/ Intento de algo triste/ celos.
Algo largo para darle más dramatismo.
Recalcó primeriza en escribir este tipo de contenido.
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Un matrimonio arreglado
Desde que tenías memoria, siempre te educaron en tu familia para que pudieras ser una buena esposa, como: saber comer correctamente, como caminar elegantemente, como hablar de una manera propia de una dama, entretenimiento para tu esposo y sobre todo...
.Cómo complacerlo.
Cuando cumpliste 13 años, tus padres te comprometieron con Sanemi Shinasuwaga. No era problema para tí, te habías enamorado a primera vista de el.
No era una mala persona, era un niño alegre, algo enojón, pero siempre mostraba aún que fuera una pequeña sonrisa para ti y todos sus hermanos. Invitando te a comer en su casa, imaginando la hermosa boda que los uniría. Deseabas una boda como en los cuentos de hadas, algo lindo y tierno para ti y tu futuro esposo. Que lindos sueños.
Pero... Todo salió mal cuando un demonio atacó esa casa.
Los únicos que habían sobrevivido eran Genya y el. Ya no quedaba nadie más.
Cuando te enteraste por lo que había pasado su familia no dudaste en ir con el a apoyarlo y darle ánimos.
Pero el había cambiado, esa mirada dulce y que reconfortaba a la gente, ahora ya solo transmitía una gran ira.
-______- Hablo firmemente el peli blanco.
-¿S-si Sanemi?-
-Adelantemos nuestra boda.-
- Pero, n-no podemos aún, porque-
-¡No me importa, te casarás conmigo y no quiero ninguna excusa!-
Te dolían sus palabras. ¿Dondé había quedado ese tierno chico del cuál te habías enamorado? Tenías una respuesta.
Había desaparecido y jamás volvería.
Y fue así que a la edad de 13 años ya estabas casada...La boda no había sido nada bonita como siempre lo habías soñado, simplemente unas cuantas palabras vacías y un anillo en tu dedo. Fin.
