𝐆𝐔𝐈𝐓𝐀𝐑 | 𝖲𝗎𝗇𝖺 𝖱𝗂𝗇𝗍𝖺𝗋𝗈𝗎

|𝟎𝟎𝟐

"En las noches como esas, me tuviste entre tus brazos, Rin"

  'Slyhaven' era una banda de rock alternativo de cuatro miembros. Habían debutado en el 2015, hace más de cuatro años. Su música principalmente fue escuchada en su ciudad natal, los cuatro hacían pequeños conciertos en bares clandestinos. A mitad de su segundo año, un jefe en la mejor discográfica del extranjero los escucho, este mismo los hizo debutar como banda oficial en el año 2017. Eran jóvenes y apuestos, imponían un nuevo estilo en la moda y en la música. Eran reconocidos por el talento innato que cada uno de ellos tenía.

  Kita Shinsuke, el bajista y líder de la banda, destacaba por su imagen impecable, con mechones negros siempre perfectamente arreglados. En contraste, Miya Atsumu, el baterista, era el más coqueto del grupo, con su cabello teñido de rubio y una personalidad carismática. Su hermano gemelo, Miya Osamu, el guitarrista, era todo lo opuesto, con su cabello gris y una actitud más reservada. La química entre los gemelos era palpable y agregaba un toque único a la banda.
Finalmente, Suna Rintarou, el vocalista y guitarrista principal, era el más reconocido por los fanáticos, gracias a su voz y sus letras emotivas, y su desordenado cabello castaño completaba su imagen de ídolo de rock.

  Sus sencillos eran éxitos, cada boleto en sus giras eran agotados en pocos días. Ver a esos cuatro en el escenario era algo que nadie quería perderse, hacían una rara armonía entre ellos, pero lo disfrutaban. Se veía en cada canción, en cada risa burlona que ellos compartían en cada lugar. No todo era bueno, la minoría envidiaba la vida de ricos que ellos llevaban, bien se sabía que simplemente podrían dejar la música y vivir cómodamente por el resto de su vida. Pero, ellos jamás lo hicieron por dinero, lo único que los mantenía con vida, eran los instrumentos en los que eran expertos.

   —Estoy exhausto. Me alegra que la gira haya terminado — dijo el joven recostándose sobre largo sofá en el camerino, frente a él había una pequeña mesa en donde puso vulgarmente las botas sucias.

   —Atsumu, los pies

   —Bien, bien.

—Tsumu, dame espacio —Ambos chicos luchaban por el espacio en el sofá, aún cuando este era lo suficiente grande. —¿Y Suna?

—Salió a fumar — respondió el de mechones negros. —Iré a hacer una llamada

  Tokio por las noches estaba repleta de jóvenes, algunos en uniformes, otros en ropas cómodas. Odiaba admitirlo, pero el verlos a todos la hacía sentir algo vieja. Los letreros de la ciudad daban la mayor iluminación a esta, las tiendas estaba en su apogeo, no había mucho movimiento en las calles, pero la gente seguía igual todo el día. Le gustaba caminar, en cualquier momento se detendría frente a un puesto de comida, y esta la proclamaría su cena. Estaba confundida, no se sentía mal, solo, sentía nostalgia. El concierto había sido tan bueno como ella sabía que sería, pero sus manos no dejaban de temblar y su nariz estaba irritada ante el papel que ella usó antes para limpiarla.