Las palabras tan solo son una herramienta usada por los humanos. Con las palabras formamos frases y oraciones que transmiten sentimientos. Y a veces, exigimos palabras para entender las situaciones, obligamos a seres queridos a que nos den explicaciones para entender por qué.
En esas situaciones, no atendemos a los movimientos. Los gestos. Las miradas que anticipan las respuestas, pero no les prestamos atención. Una sincera mirada predice lo que el alma quiere transmitir, lo que la garganta no puede soltar y las palabras apenas pueden expresar.
Hay miradas de amor que dicen los famosos "te quiero".
Miradas de tristeza que llevan escondidos los "adiós".
Miradas de nostalgia con espinas de "te echaré de menos" incrustadas.
Miradas de sorpresa con cientos de "¿puedes creerlos?".
Miradas perdidas que ni siquiera saben que ocultan un "no sé quién soy".
También hay miradas de decepción y confusión. Aquellas que se complementan con cejas arqueadas e intentan enfocar el panorama de alrededor con tal de no ver lo que tienen en frente de ellas.
Esas que ocultan los "no puedo, lo siento".
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Siete Canciones Más
RomanceSiete meses son una brevedad en comparación con la vida. Pero para Emma Bianchi, un voluntariado de siete meses en Dublín, le supondrá un verdadero reto que desea completar. En el hostal donde trabajará, conocerá a un grupo de amigos de gran popular...
