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Pilar

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Pilar

1 mes después...

Me desperté gracias a los rayos de luz que entraban por la ventana, el brazo de lisandro rodeaba mi cintura.

Hoy lisandro con lisandro viajabamos a londres ya que lisandro iba a jugar contra el Chelsea, equipo en el que estaba Enzo.

Me moví un poco intentando salir de la cama pero el brazo de lisandro ejerció presion pegándome más hacia el y un quejido de su parte.

—no te vayas amor—dijo con esa voz ronca tan linda que tenía

—tenemos que levantarnos amor, dale—dije dejando un casto beso en sus labios.

Después de estar un rato intentando levantar a lisandro lo conseguí, nos levantamos, desayunamos y se comenzó a preparar.

No llevábamos mucho ya que era solo un día y ya está después volvíamos a Manchester.

Me estaba maquillando en el avión cuando sentí como el avión aterrizaba, a si que me agarre de lo que pude y esperé a que el avión termine el aterrizaje.

Me peine un poco con las manos porque me había movido toda y encima de todo tenía gloss.

Cuando salí me encontré con lisandro quien me esperaba para bajar a si que tome su mano para poder bajar juntos del avión.

El hotel en el que nos quedamos era hermoso tenía una habitación espaciosa pero claramente solo lo íbamos a usar por una noche.

—esta lindo o no?—dijo lisandro acercándose peligrosamente.

—si, la verdad que si—admiti adornando mi rostro con una sonrisa.

—tenemos un ratito antes de irnos al estadio—afirmo para guiñar un ojo y robarme un beso.

Correspondi el beso con lujuria, nuestras lenguas peleaban entre si y la mano de lisandro me apretaba una nalga haciéndome soltar gemidos.

Estábamos sumidos en un placer inmenso pero el celular de lisandro sonó de repente cortando todo ese ambiente.

Lisandro se separó de mi y tomó su celular yéndose al baño a contestar.

Si bien no soy muy de escuchar conversaciónes ajenas algo dentro mío me hacía acercarme al baño en el cual lisandro se había encerrado para hablar por teléfono.

-te dije que no vengas-dijo lisandro en medio de la llamada-mas te vale que no hagas nada fuera de lugar, está mi mujer-aclaro como amenaza al lo dicho por alguien al otro lado de la linea.

POR SIEMPRE - Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora