Un Halloween diferente

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La noche de Halloween llegó al Monte Paoz, trayendo consigo una atmósfera de emoción y misterio. Goku, Asa y Yoru decidieron celebrar la festividad a su manera única.

"¿Entonces tenemos que disfrazarnos de algo aterrador?" preguntó Goku, rascándose la cabeza confundido.

Asa asintió con entusiasmo. "¡Así es! Es una tradición humana fascinante."

Yoru resopló. "Qué pérdida de tiempo. Ya soy lo suficientemente aterradora."

A pesar de las protestas iniciales de Yoru, los tres terminaron eligiendo disfraces:

- Goku optó por un disfraz de hombre lobo, con orejas peludas y garras falsas que complementaban perfectamente su cabello alborotado.

- Asa eligió un elegante disfraz de vampiresa, con un vestido negro largo y colmillos brillantes.

- Yoru, para sorpresa de todos, se disfrazó de ángel caído, con alas negras y una aureola torcida.

"¿Un ángel? ¿En serio?" preguntó Asa, arqueando una ceja.

Yoru sonrió maliciosamente. "Un ángel caído. Además, ¿Qué podría ser más aterrador para los humanos que un ser celestial corrompido?"

Decidieron hacer una pequeña fiesta en casa, decorando con calabazas talladas y luces tenues. Mientras Asa preparaba algunos bocadillos temáticos, Goku y Yoru intentaban contar historias de terror.

"Y entonces," dijo Goku con voz grave, "¡el monstruo resultó ser un simple gato!"

Yoru gruñó. "Esa no es una historia de terror, cabeza hueca. Déjame mostrarte cómo se hace."

Yoru apagó todas las luces, dejando solo el tenue resplandor de las calabazas talladas. Su voz se tornó grave y misteriosa mientras comenzaba su relato:

"En las profundidades de un bosque olvidado, existe un antiguo templo dedicado a un dios cuyo nombre ha sido borrado de la historia. Se dice que cada Halloween, las almas de aquellos que osaron profanar el templo regresan, buscando nuevas víctimas para satisfacer la sed de venganza de su olvidada deidad."

Mientras Yoru hablaba, un viento frío e inexplicable comenzó a soplar dentro de la casa, haciendo temblar las llamas de las velas. Asa y Goku se acercaron instintivamente el uno al otro.

"Los desafortunados que se adentran en el bosque esa noche", continuó Yoru, "escuchan susurros en una lengua olvidada. Sus sombras comienzan a moverse por voluntad propia, arrastrándolos hacia el templo. Y una vez allí..."

De repente, las sombras en las paredes parecieron cobrar vida, estirándose y retorciéndose de formas imposibles. Goku soltó un grito ahogado, mientras Asa se aferraba a su brazo.

"¿Q-qué está pasando?" tartamudeó Goku, sus ojos abiertos de par en par.

Yoru continuó, imperturbable, "Las víctimas son arrastradas a una dimensión de pesadilla, donde sus miedos más profundos cobran vida. Algunos dicen que pueden escuchar sus gritos atravesando el velo entre los mundos cada Halloween."

En ese momento, un aullido escalofriante resonó fuera de la casa, seguido por el sonido de pasos pesados en el techo. Algo parecía estar arrastrándose por las paredes exteriores.

Asa palideció. "Yoru, esto ya no es divertido. ¿Qué está sucediendo?"

Yoru, por primera vez, mostró un atisbo de preocupación. "Yo... no estoy haciendo esto."

Las luces comenzaron a parpadear frenéticamente, y en los breves momentos de oscuridad, los tres juraron ver figuras sombrías moviéndose por la habitación.

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