—¡Radia, concéntrate! Esas vueltas de pecho están muy lentas! —gritó Fran desde la esquina de la piscina.
Dios, qué fastidio escuchar su voz tan temprano. Sin duda, hoy era un entrenamiento intenso.
Mis brazadas no cesaban, y mantenía el ritmo con cada silbido que salía de su boca, marcando la velocidad con la que debía nadar un 200 metros pecho. Cada vez que tocaba la pared y giraba, sentía la presión en mis músculos, pero no podía rendirme.
Lo bueno de todo esto es que al finalizar mi entrenamiento vería a Yuki, lo que motivaba a seguir.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, terminé la serie y salí del agua, con la piel cubierta de gotas brillantes que resbalaban por mi cuerpo. Fran se acercó con una mirada de aprobación.
—Eso estuvo bien, pero aún hay margen para mejorar. Tienes que aprender a ser más rápida en esos giros —dijo, su tono aún serio pero con un destello de satisfacción.
—Sí, sí, lo sé, coach —respondí con ironía mientras me quitaba las gafas y le lanzaba una mirada desafiante.
Fran soltó una risa, y eso me hizo sentir un poco más ligera. Después de unos minutos de estiramientos y algunas palabras más de motivación, me despedí de él y me dirigí con mi mochila a la piscina de 25 metros en donde esperaba ver a Yuki.
Al llegar, lo vi en el agua, debía admitirlo tenía buena técnica, pero no era perfecta. Mientras me acercaba, Yuki se detuvo en la orilla, girando la cabeza hacia mí con una sonrisa.
—Hola Radia, estoy listo para tu clase de natación —dijo Yuki, saliendo del agua y sacudiéndose el cabello, dejando que el agua resbalara por su torso musculoso. Su bañador se ajustaba perfectamente a su figura, exhibiendo la apariencia atlética de un jugador profesional de volleyball, no pude evitar admirar la forma en que los músculos de sus brazos y su abdomen se tensaban con cada movimiento.
—Hola, Yuki, genial, eso es lo que quería oír. Después de esto, quedarás todo un experto —respondí, sonriendo mientras trataba de centrarme en la tarea.
—Me encanta esa confianza, pero asegúrate de que no me ahogue en el intento —dijo, guiñándome un ojo mientras se acomodaba el bañador, su tono juguetón provocó que una risa se escapara de mis labios.
Ambos nos acomodamos en la orilla, y comencé a explicarle algunas técnicas. Mientras hablaba, noté cómo me escuchaba con atención.
—Empecemos con la flotación —dije, llevándolo a la parte más tranquila de la piscina.
—¿Flotación? Eso suena demasiado fácil para mí —respondió, con una sonrisa.
—No te dejes engañar, es fundamental para construir una buena técnica. Te lo prometo, es más difícil de lo que parece —le advertí, tratando de mantener la seriedad.
—Dame un momento y verás cómo me deslizo sobre el agua como un pez —afirmó, sumergiéndose. Lo observé nadar, notando su concentración, y cuando finalmente emergió, sonrió satisfecho.
—¿Ves? Lo hice —dijo, orgulloso, el agua escurriéndose por su rostro y resaltando sus rasgos.
—Sí, pero eso fue solo el comienzo. Ahora viene el calentamiento. ¿Listo para esto? —le pregunté, sintiendo que el ambiente se volvía cada vez más cómodo.
—Más que preparado —exclamó, con un brillo en sus ojos.
—Primero, vamos a asegurarnos de que estés bien preparado. Aquí tienes tu gorra —dije, pasándole la gorra de natación que había traído. Al colocársela, no pude evitar sonreír al ver cómo le quedaba.
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Love Theory | Yuki Ishikawa
FanfictionÉl jugador de volleyball y ella práctica natación ¿A dónde llegará esta historia de amor? Historia 100% de mi propiedad. • Heterosexual. • Lenguaje inapropiado y explícito, a veces. • Escenas de sexo, quizás.