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─Peter es el equilibrio que Wade nunca supo que necesitaba─
El sol empezaba a descender en el horizonte, tiñendo el cielo de Manhattan con tonos anaranjados y rosados. La ciudad de Nueva York zumbaba con su habitual energía, mientras sus habitantes terminaban sus días o comenzaban sus noches. Entre los rascacielos y las calles abarrotadas, dos figuras muy diferentes se movían, cada una en su propio mundo, hasta que el destino decidió entrelazarlos de una manera inesperada.
Peter Parker, también conocido como Spider-Man, se balanceaba grácilmente entre los edificios, disfrutando del viento en su rostro mientras terminaba su patrullaje vespertino. Había sido un día relativamente tranquilo: un par de ladrones en una joyería, un incendio menor en el Bronx, y un malentendido con un perro particularmente agresivo. Nada fuera de lo común.
Justo cuando estaba considerando dirigirse a casa para una cena rápida antes de sus deberes escolares, su teléfono vibró. Con una mano en la telaraña y la otra sacando su teléfono, Peter reconoció el número en la pantalla. No era una llamada cualquiera.
-¿Qué tal, Nick? ¿Problemas en el paraíso?-contestó Peter, intentando sonar relajado, aunque un nudo en el estómago le indicaba lo contrario.
La voz grave y directa de Nick Fury respondió al otro lado de la línea. Parker, necesito que vengas a la Torre de los Vengadores. Tenemos una situación. Y sí, antes de que preguntes, es seria.
Peter frunció el ceño bajo la máscara. Estoy en camino. Cortó la llamada, lanzando una última telaraña hacia el edificio más cercano. Algo en el tono de Fury le decía que este no sería un día normal.
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En otro rincón de la ciudad, en un pequeño y desordenado apartamento en los suburbios de Nueva York, Wade Wilson-o como le gustaba llamarse, Deadpool-estaba en medio de un momento crucial. Con un mando en una mano y una porción de pizza en la otra, Wade estaba absorto en un videojuego de disparos en primera persona, lanzando improperios a la pantalla cada vez que su personaje moría.
De repente, la pantalla de su televisión se apagó, seguida de un irritante pitido de su teléfono.
-¿Qué demonios...?-murmuró Wade, arrojando el mando al sofá y revisando su teléfono. Al ver el remitente, su sonrisa se ensanchó bajo la máscara.
-¿Quién coño eres?
-Nick furia
-¡Fury! ¿Te has decidido finalmente a pedirme una cita? Porque sabes que no acepto flores ni chocolates baratos.
-Wilson, deja las tonterías. Te necesito en la Torre de los Vengadores. Ahora-La respuesta de Nick Fury fue cortante y sin un rastro de humor.
-¿Qué?-Wade levantó una ceja bajo su máscara-¿Los chicos grandes necesitan mi ayuda? ¡Voy para allá!-Colgó antes de que Fury pudiera responder y se levantó de un salto-¡Hora de la acción, baby!
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La Torre de los Vengadores se erguía imponente en el horizonte, una estructura que combinaba diseño futurista con la presencia imponente de un símbolo de esperanza (y de posibles problemas). Spider-Man llegó primero, aterrizando suavemente en la plataforma de aterrizaje, donde fue recibido por el siempre serio Nick Fury.
-Parker-lo saludó Fury, sin perder tiempo-Gracias por venir tan rápido.
-Siempre dispuesto a ayudar, Nick-respondió Peter, intentando leer la expresión de Fury, aunque era como tratar de leer una pared de ladrillos.
Antes de que pudieran intercambiar más palabras, una explosión de humo y confeti invadió la plataforma, acompañada de una voz exageradamente entusiasta.
-¡Hey, chicos! ¡El alma de la fiesta ha llegado!-Deadpool apareció, haciendo una entrada que mezclaba poses de superhéroe con movimientos de baile ridículos. -¿Qué nos toca hoy? ¿Aplastar villanos? ¿Rescatar gatitos? ¿Maratón de películas en pijama?-Spider-Man miró con incredulidad al mercenario, y luego a Fury.
-Espera... ¿Él está aquí para ayudar? ¿Él?-Fury suspiró, un gesto que parecía estar convirtiéndose en un hábito en presencia de Deadpool.
-Escuchadme bien, los dos. Hay una nueva amenaza en la ciudad, algo que ni tú, spider-man, ni tú, deadpool, podrán manejar solos. Necesitamos a los dos, trabajando juntos.
-¿Juntos? ¿Con él?- Spider-Man parecía horrorizado ante la idea.
-¡Oh, cariño, no te hagas el difícil!-Deadpool exclamó, dándole un golpecito amistoso a Spider-Man en el hombro. -Vamos a ser el mejor equipo desde Batman y Robin... ¡o al menos desde el dúo dinámico de bocazas y chicos responsables!-Fury los observó a ambos, con una mirada que exigía seriedad.
-No tienen elección. Si no trabajamos juntos, no habrá ciudad que salvar. Así que dejen sus diferencias, y enfóquense en la misión.
Spider-Man y Deadpool intercambiaron miradas, una mezcla de resignación y desafío en sus ojos. Peter suspiró, dándose cuenta de que no había salida.
-Está bien, Nick.
-¡Eso es, Spidey! ¡Vamos a patear traseros y después... quién sabe!-Deadpool se lanzó hacia el borde de la plataforma-¿Primera parada, jefe?-Fury simplemente sonrió, una sonrisa apenas perceptible.
