─Wade se pregunta si merece a Peter, mientras Peter sabe que Wade es exactamente lo que necesita.─
Apenas tuvieron tiempo para recobrar el aliento antes de que la siguiente puerta se abriera con un chirrido metálico, revelando un nuevo corredor que parecía sacado de una película de terror industrial. Las paredes de acero estaban cubiertas de manchas de óxido y lo que parecían viejas salpicaduras de sangre. Las luces parpadeaban de forma irregular, creando sombras inquietantes que se movían como espectros a su alrededor.
-Bienvenidos a otro episodio de “Vamos a Matar a Wade”- dijo Wade en voz alta, dirigiéndose al lector con una sonrisa torcida mientras miraba a su alrededor-¿Qué será esta vez? ¿Ácido en las paredes? ¿Ratas venenosas? Oh, ojalá sean zombis, me vendría bien una práctica de tiro....ah...no si tengo.-Peter, que caminaba a su lado, no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
-Jesus, deberías escribir guiones para películas de terror, Wade. Tienes talento para esto.-Wade giró la cabeza y le lanzó una mirada divertida.
Peter estaba acostumbrado a que el hablase solo. Y se había acostumbrado. A pesar de que era un rasgo que tendría un loco al que le tienes que temer.
-Oh, Spidey, no tienes idea de lo que puedo hacer con un poco de imaginación. Pero...-Wade dejó su comentario en el aire, sus pensamientos rápidamente desviándose hacia otro terreno. No pudo evitar fijarse en lo cerca que caminaban Peter y él, sus manos casi rozándose en cada paso.
Peter lo observó por el rabillo del ojo, sintiendo ese típico calor que siempre venía con Wade; era una mezcla de seguridad y peligro. Sabía que debía mantener la cabeza fría, especialmente con Octopus acechando, pero Wade lo hacía difícil, con sus bromas y esa maldita forma de actuar como si todo fuera solo un juego para entretenerse.
Mientras seguían avanzando, el silencio del corredor se rompió con un crujido metálico. Todos se detuvieron en seco. Wade se adelantó, sus pasos resonando contra el piso, y abrió la siguiente puerta con un fuerte empujón. La habitación ante ellos era un vasto espacio lleno de mecanismos y trampas que aún no habían activado. Había cuchillas, poleas y engranajes que recordaban a una fábrica macabra.
-¿Crees que esta es la sala de descanso?-bromeó Wade, pero su sonrisa se desvaneció cuando una serie de cuchillas dentadas se deslizaron desde el techo, cayendo con una velocidad mortal hacia ellos.
-¡Cuidado!-Grito García.
Peter reaccionó al instante, saltando sobre Wade y empujándolo hacia el suelo justo a tiempo para evitar que las cuchillas los partieran en dos. El sonido de las hojas cortando el aire llenó la sala, y por un momento, todo fue caos y peligro.
Peter aterrizó encima de Wade, sus cuerpos chocando violentamente contra el suelo frío. Ambos jadeaban, el aliento pesado por la adrenalina. Wade, por un segundo, se quedó mirando a Peter, sus rostros a solo centímetros de distancia, atrapados en esa proximidad peligrosa.
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Entre Telarañas y Balas: Amor en el Caos
Random─Wade se siente invulnerable, pero sabe que Peter es su única debilidad.─