─En el peligro, las almas encuentran una conexión más profunda que en la calma.─
El viento gélido de Alaska se colaba por las grietas de la cabaña mientras Peter y Wade seguían buscando cualquier cosa que les pudiera ayudar a orientarse. Aunque habían encontrado los abrigos, la cabaña seguía siendo un lugar inhóspito, y necesitaban un plan para salir de allí antes de que la situación empeorara.
Peter se acercó a una vieja estantería llena de polvo, revisando los estantes en busca de algo útil. Mientras tanto, Wade, con su habitual despreocupación, abría y cerraba cajones, inspeccionando cualquier cosa que pudiera parecer remotamente interesante. Las paredes de madera crujían a cada movimiento, y el aire enrarecido de la cabaña parecía aumentar la tensión entre ellos.
-¿Crees que esta cabaña tiene un sótano o algo así?-preguntó Peter, levantando la vista de un viejo libro de caza que había encontrado-Podríamos encontrar algo más abajo. Wade, siempre dispuesto a una aventura, asintió.
-Eso espero. Porque este lugar me está empezando a recordar a una de esas películas de terror donde todo el mundo muere al final-Peter lo miró con una mezcla de incredulidad y resignación.
-Solo asegúrate de que no seamos nosotros-Después de un par de minutos más de búsqueda, Peter encontró una trampilla en el suelo, escondida bajo una alfombra polvorienta-¡Aquí está!-exclamó, levantando la trampilla para revelar una escalera que descendía a la oscuridad.
-¿Quién quiere bajar primero? Yo voto por ti, Spidey-bromeó Wade, dando un paso atrás.
-Claro...-respondió Peter, suspirando antes de descender por las escaleras.
Wade lo siguió de cerca, sin poder evitar que su mente divagara un poco más de lo normal sobre cómo Peter se movía con tanta gracia, incluso en una situación tan precaria.
El sótano estaba oscuro y frío, con un olor a moho que llenaba el aire. Peter encendió una pequeña linterna que había encontrado en uno de los cajones y comenzó a explorar el espacio. El sótano era pequeño, lleno de cajas de madera viejas y herramientas oxidadas. A simple vista, no parecía haber nada útil, pero Peter se negó a rendirse tan fácilmente.
-Debe haber algo aquí que podamos usar-murmuró, mientras revisaba una de las cajas-Algo que nos diga dónde estamos o hacia dónde debemos ir.
Wade, por su parte, se dedicó a husmear en una mesa llena de papeles viejos y pergaminos descoloridos.
-Oye, Spidey, creo que encontré algo-Peter se acercó, y juntos comenzaron a examinar lo que parecía ser un mapa gastado y arrugado.
Estaba marcado con manchas de humedad y algunas partes estaban descoloridas, pero aún se podía distinguir una red de caminos y, lo que más les interesaba, la ubicación de un pequeño pueblo a unos 40 kilómetros de distancia.
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Entre Telarañas y Balas: Amor en el Caos
Random─Wade se siente invulnerable, pero sabe que Peter es su única debilidad.─