capítulo 3

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Naruto observó a Arya practicando su manejo de la espada con Mycah, el hijo de un carnicero que viajaba con ellos por el Camino del Rey. Le parecía un tanto ineficaz que su padre llevara consigo a un carnicero y a su hijo en un viaje de ida y vuelta a Invernalia, pero no estaba en condiciones de hacer ningún comentario.

Al observar el breve pero intenso enfrentamiento físico entre ambos, se hizo evidente que, si bien Mycah demostraba una ligera ventaja en cuanto a fuerza física, Arya exhibía unas habilidades de combate superiores, al haber realizado un extenso entrenamiento con él durante un largo periodo. "Te estás pasando, Mycah", advirtió Naruto mientras observaba cómo el chico blandía su bastón, que fue fácilmente desviado por Arya. Luego procedió a sujetarle a punta de palo durante unos segundos antes de soltarle.

"Creo que he salido vencedora una vez más". Arya declaró, con una amplia sonrisa, que había ganado la competición. Luego miró a Naruto, que aplaudía con una cálida sonrisa en el rostro. Se sintió gratificada al verle animar con tanto entusiasmo. Aunque no deseaba convertirse en dama, sí aspiraba a desempeñar un papel como caballero o similar. Sin embargo, su expresión cambió cuando oyó un segundo aplauso. Los tres miraron y vieron que se acercaban Joffrey y Sansa. Venían de un camino que conducía a la zona de entrenamiento.

Mycah se sintió sorprendido por la inesperada aparición del príncipe heredero y dejó caer su bastón al suelo antes de inclinarse ante él. Él y su padre llevaban el tiempo suficiente como para saber que entablar combate con el rubio era una mala idea si querían mantener su seguridad. No era tan benevolente como podía serlo Naruto; había observado la naturaleza despiadada de Joffrey en numerosas ocasiones.
"¿Así que aspiras a ser caballero, carnicero?", preguntó a Mycha, con tono burlón, mientras miraba el palo que había en el suelo.
"Recógelo", le ordenó, mientras desenvainaba la espada.

"Joffrey, eso es suficiente", afirmó Naruto, poniéndose en pie y mirando con odio a su hermano mayor. Si de verdad pretendía atacar a un niño indefenso y sin entrenamiento con una espada de verdad, entonces se merecía otra cosa. Había varias cosas que había pasado por alto con Joffrey a lo largo de los años, pero ésta no era una de ellas.

"Sólo estaba bromeando con el muchacho", declaró, presionando su espada contra la mejilla de Mycah. El hijo del carnicero estaba demasiado intimidado ante la perspectiva de defenderse del príncipe o de ser herido por él como para moverse siquiera. Una gota de sangre goteó por su mejilla cuando la hoja atravesó su piel.

Naruto estaba a punto de intervenir cuando observó que Arya, que estaba más cerca, respondía golpeando a Joffrey con su bastón en múltiples ocasiones. "¡Déjalo en paz!", exigió la joven Stark mientras golpeaba al rubio miembro de la realeza. Joffrey retrocedió, mientras Sansa expresaba su consternación al ver a su hermana atacando a su prometido. Aprovechando la oportunidad, Mycah se retiró de la situación, indicando que ya no deseaba verse implicado.

La situación se deterioró aún más cuando Joffrey arremetió contra Arya con su espada, lo que provocó que Sansa mostrara una respuesta conflictiva. No estaba segura de cuál era la mejor forma de actuar. Aunque Arya había iniciado el enfrentamiento golpeando a Joffrey, seguía siendo su hermana. Joffrey iba armado con una espada, que podría causarle graves daños si asestaba un golpe decisivo. Sin embargo, el entrenamiento y la experiencia de Arya se hicieron evidentes al esquivar hábilmente su golpe, aunque cayó al suelo de forma algo torpe.

Cuando Joffrey se disponía a lanzar otro golpe, Naruto ya había cruzado el espacio que los separaba y había atrapado la espada con la mano desnuda. Un pequeño reguero de sangre brotó del punto de contacto, aunque la espada no cortó mucho más allá de su palma. "Es suficiente, Joffrey. Debes abandonar el lugar inmediatamente", informó a su hermano. Sus palabras transmitían la amenaza de importantes consecuencias si le ponía un dedo encima.

Naruto - el Ciervo de las TormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora