El Poder De La Luna

¿Una Nueva Amenaza?

TRUNKS

Entiendo el motivo por el cual, Bish se comportó de esa forma tan extraña con nosotros, confesé mis sentimientos por Pan, sí, tal vez sea una amenaza para él y su relación, y si, quizás le rompí el corazón. 

Sin embargo, en cualquier escenario, Bish se vería peor que yo por qué estaba dispuesto a engañarla conmigo, sería un total hipócrita. Así que no tiene ningun derecho de hacerse pasar como víctima.

Ok, lo admito, también tengo parte de la culpa, le seguí el juego, sabiendo sobre su relación, vengo siendo el amante.

Creo que debo hablar con él seriamente y explicarle cómo pasaron las cosas.

Pediré disculpas de rodillas si es necesario.

Tal vez, después.

Primero necesito ir con ella y decirle todo.

Es mi prioridad.

Sobre vuelo la ciudad a prisa y hago una lista mental de las cosas que necesito para mi viaje a Suiza.

La excitación recorre mi cuerpo al saber que estaré con ella lejos de cualquier interrupción y podré ser sincero. 

¿Qué dirá de todo esto? 

—¡El maldito pasaporte! —Me detengo y trato de recordar dónde lo dejé la última vez que lo usé— ¿En la oficina? No, la última vez lo metí en mi maleta antes de mudarme a mí… departamento.

«¡Ay, no! ¿Por qué?»

El lugar que más amaba en todo el mundo, el que sentía mío y me causaba paz, ahora me provoca temor y no lo entiendo.

No quiero ir, no es muy seguro y, ya es tarde. 

Suspiro.

—¡No puedo creerlo! ¡Tengo miedo! —Los nervios se apoderan de mí y me da una risita nerviosa.

 ¿Desde cuándo me da miedo enfrentar a mis enemigos? 

—Tal vez mi padre tiene razón, el no entrenar me ha hecho débil —susurro entre dientes con enfado.

Se supone que desciendo de una raza guerrera, soy el primogénito del príncipe de dicha raza.

¡Nada puede lastimarme!

¡Nada debe darme miedo!

¡Debo ser yo quien de miedo!

Esa estúpida tribu debería postrarse ante mi presencia, sus malditas armas no deberían ser impedimento para mí.

Aunque haya sido herido y envenenado con ellas… Aunque casi muero…

Suspiro.

¡Mierda!

—Tal vez si espero hasta mañana o que Pan regrese… así cuando esté listo para hablar con ella, me daré cuenta de que ya es esposa de Bish o que la puso en mi contra.

¡No!

¡Idiota!

¡Es ahora o nunca!

Golpeó mi cabeza dura y hago un estúpido berrinche como cuando era niño. Cierro los ojos, resoplo me armo de valor y sin pensarlo más, vuelo a máxima velocidad a mi departamento.

Llego en segundos y sobrevuelo por unos minutos, intento vislumbrar algo que esté fuera de lugar, algo que me advierta que no es seguro.

Todo está en completa calma, la luna apenas ilumina una parte del prado. Los grillos cantan y las copas de los árboles danzan al compás de la fresca corriente de aire.