Dulce Pecado (RadioApple)

Celos

      El rubio no podia creer que su ex esposa habia regresado, habían pasado los dias y ella intentaba acercarse a el pero él siempre intentaba alejarse y las veces que se sentía acorralado teñía la suerte de que el pelirrojo se interponia entre ellos.

— Cariño... Por que huyes de mi? Acaso sigues molesto porque tome unas pequeñas vacaciones? — Dijo la rubia quien habia conseguido acorralar al rubio, pero esta vez el pelirrojo no se encontraba cerca.

— No es eso linda... Es que yo... — Decía Lucifer mientras miraba hacia todos lados intentando encontrar una salida o buscar a alguien que lo ayudara.

La rubia se acercó cada vez más al pequeño monarca, sabía que él era débil ante sus encantos, tenía la certeza de que si ella le pedía regresar, él aceptaría.

Lilith acorraló a Lucifer contra la pared, como era natural, el pequeño monarca no supo que hacer para escapar de ella.

— Vamos mi amor... Sé que aún me deseas... Sé que cometí un error al irme pero no puedes negarlo... — La voz susurrante de la rubia se escuchó en el oido de aquel monarca, el cual se estremeció.

Lucifer iba a responderle cuando sintió que unas manos lo apartaban de la rubia, volteo a ver a quien lo habia salvado y vio al pelirrojo mirando a la rubia fijamente y con una clara molestia.

— Que sucede querido? No crees que es un poco molesto que te interpongas cada vez que quiero estar a solas con Luci? — Dijo la reina mientras se cruzaba de brazos y miraba al demonio de la radio.

— Discúlpeme majestad... Pero al parecer su majestad Lucifer no quiere tener contacto con usted. — Dijo aquel pelirrojo de manera fría mientras mantenía aquella sonrisa.

Aquel demonio mantuvo su mirada en aquella reina mientras mantenía al pequeño monarca entre sus brazos y utilizaba sus sombras como escudo.

Podía sentirse la hostilidad que había entre aquella reina y aquel demonio.

Aquel demonio llevó al pequeño monarca entre las sombras y lo alejó de la rubia quien se quedó molesta de que siempre eran interrumpidos.

— Gracias cariño... Yo... No sé porque no pude huir... Me atrapó desprevenido... Siempre tienes que salvarme... — Dijo aquel monarca mientras agachaba su cabeza.

Aquel pelirrojo soltó un suspiro, no iba a negar que le daba rabia como aquella reina se acercaba al monarca y parecía que él no hacía nada para detenerla.

— ¿Realmente no puedes alejarte de ella? Sé que ella está buscando la manera en acercarse a tí, Lucifer... Y me gustaría que la detuvieras si lo nuestro continúa en secreto... Porque no creo soportar por más tiempo que ella quiera estar contigo. — Dijo aquel pelirrojo mientras miraba los ojos de aquel monarca.

Lucifer sabía que Alastor tenía razón, y de cierta manera se arrepentía de mantener su relación en secreto.

— Lo sé... Voy a ponerle un alto... Lo prometo... Y le diré que ya estoy en una relación... — Dijo el rubio mientras miraba al pelirrojo.

Alastor sonrió y se acercó al pequeño monarca para depositar un pequeño beso en sus labios.

Lucifer cerró sus ojos al sentir los labios del pelirrojo tocar los suyos, llevó sus manos al cuello del pelirrojo y enredo sus dedos en aquellos mechones rojos.

Ambos continuaron con aquel beso, hasta que la sombra de aquel demonio los interrumpió, indicandoles que alguien se acercaba a la habitación donde estaban y no tuvieron más remedio que separarse para no ser vistos.

— Luci... Cielo... Estaba buscándote... — Se escuchó la voz de aquella reina quien miraba a ambos y al ver al pelirrojo frunció el ceño.

Aquel monarca desvío su mirada y soltó un suspiro armandose de valor, debía enfrentar a su ex esposa de una vez por todas.

— De verdad? Bueno... Yo también quisiera hablar contigo de algo Lilith... — Dijo aquel monarca mientras se acercaba a ella.

— Hablar? De que cielo? — Dijo la rubia mientras se acercaba a el.

El rubio retrocedió un poco y miro de reojo al pelirrojo quien parecía estar atento a cada movimiento de ambos monarcas.

— Te pedire que guardes distancia por favor Lilith.... Estoy en una relación y no quiero tener problemas. — Dijo el pequeño monarca mientras miraba fijamente a aquella rubia.

— En una relación? Con quien Luci? Tu no sales más que de nuestro castillo y este hotel... Vamos... Por qué me mientes cariño? — Dijo la rubia mientras se acercaba mas a el.

— No estoy mintiendo... Lilith... — Dijo el pequeño monarca antes de ser interrumpido por los labios de la rubia los cuales lo estaban besando.

Aquel pelirrojo vio aquella escena y sintió como la furia iba en aumento. Rápidamente opto una de sus formas demoniacas y separo al pequeño monarca de aquella rubia mientras la miraba de manera amenazante.

Aquella rubia sintió como apartaban a su ex esposo de ella y sonrío al ver al pelirrojo de esa manera.

— Por qué te molestas, cariño? No tiene nada de malo que bese a mi esposo. — Dijo la rubia mientras acomodaba un mechón de sus cabellos dorados.

— Tu esposo? — Dijo el pelirrojo en un gruñido mientras miraba furioso a aquella reina.

— Parece que alguien está celoso... — Dijo aquella reina para después reirse.

Alastor no pudo soportarlo más y desapareció entre las sombras junto con aquel monarca.

Aquel pelirrojo lo llevo al living y acorraló al pequeño monarca contra la pared y lo besó apasionadamente, cargandolo y obligándolo a rodear su cintura con sus piernas.

Lucifer se sonrojó y comenzó a corresponder aquel beso tan demandante del pelirrojo.

Ambos entrelazaron sus lenguas, olvidándose de todo lo que les rodeaban.

El pelirrojo se separó de aquel beso, mordiendo el labio inferior del monarca, haciéndolo jadear.

— Eres mío... No permitiré que nadie más vuelva a acercarse a tí... — Dijo aquel pelirrojo para después volver a besar al rubio.

Al poco tiempo tuvieron que separarse de aquel beso, sus respiraciones eran aceleradas mientras ambos se miraban fijamente a los ojos.

— Al... — Murmuró aquel monarca mientras intentaba calmar los latidos acelerados de su corazón.

— Papá... Al... — La voz de la princesa se escuchó... Haciendo que ambos volverán hacía su dirección y dándose cuenta que no estaban solos.