Llevo toda la semana coqueteandole a Rebecca para que caiga, los dos primeros días me miraba con enojo, el primer día de la semana me pidió su ropa interior, le contesté que la había lavado y que estaba guardada en el cajón del armario, me reí al ver su cara de enojo, siempre se ve tierna cuando pone esa cara.
Al tercer día ya no me veía con enojo, solo me ignoraba. En el cuarto día le pedí que me entregue unos documentos al terminar el día para revisarlos y yo entregárselos al día siguiente, cuando fue a mi oficina el edificio ya estaba vacío, tenía muchas ganas de besarla, pero ella debía pedirlo, le recibí los documentos, pero la ignoré, su cara era cine, estaba sin entender. Al día cinco le devolví los documentos en horario de trabajo, todo muy profesional, ella estaba confundida por mi cambio.
Ayer después de una reunión vino a mi oficina y me preguntó si ocurría algo, obviamente me hice la desentendida hasta que ella se retiró, no fue capaz de sacar el tema.
Estoy esperando la reunión que tendremos a solas, voy a su oficina y cierro la puerta.
-Rebecca empecemos. -No la miro a los ojos mientras me siento en el sofá.
-Al menos podrías saludar. -Responde mientras se acerca y se sienta en el sofá que está junto al que estoy usando.
Cruzo mis piernas para que las pueda ver mejor, llevo puesto un vestido que al estar sentada se ve más corto.
-Te saludé en la mañana, no perdamos tiempo y mejor trabajemos. -Ella está concentrada en mis piernas, no fue capaz de responder o mirar hacia otro lado. Ya cayó. -Rebecca.
-¿Si?. -Da un pequeño salto y me mira a los ojos.
-El trabajo.
-Cierto.
Durante toda la pequeña reunión estuvo concentrada en mis piernas y escote, su mirada me estaba matando, necesito que haga algo o me pida algo.
-Eso es todo, ya es hora de comer, si necesitas algo o sucede algo lo dejas con mi secretaria y si es urgente me llamas, me voy a casa. -Le digo mientras me pongo de pie y ella hace lo mismo.
-¿A tu casa secreta?.
-No, hoy deseo quedarme en el departamento, será una noche cálida, perfecta para ver la ciudad desde lo alto. -Doy media vuelta y me voy.
Tomo mis cosas de la oficina y me retiro, al llegar al estacionamiento me subo a mi auto y salgo del lugar camino al departamento, espero con ansias su llegada.
Pongo música y me siento en una banca que tengo junto a un caballete, a veces el pintar ayuda a calmarme. Normalmente lo tengo en casa, pero sabía que hoy me quedaría aquí y tenía ganas de continuar con la pintura.
Hace años hacía dibujos en un cuaderno pequeño, hay uno que siempre me ha gustado por lo que decidí hacerlo en grande y a color.
Llevo un tiempo trabajando en el, espero que al terminarlo pueda liberarme, dejar de sentir.
No sé cuánto tiempo ha pasado, de pronto tocan la puerta, voy a abrir sin pensar quien es, llegué a la entrada sin entender cómo lo hice, algo así como automático. Abro y es Rebecca, sonrío.
-Lo sabía. -La dejo entrar y voy a mover la pintura en un ángulo donde no pueda verla.
-¿Pintas?.
-Eso no te incumbe Rebecca. -Me doy vuelta para verla y cruzo los brazos. -¿Vienes a lo que creo que vienes?.
-No entiendo, al principio de semana me coqueteabas y ahora me ignoras.
-Ya... me aburrí. -Alzo mis hombros.
-¿De qué?.
-De intentarlo de esa forma, fue más efectivo el ignorante, al parecer eso es lo que te gusta, mientras más te ignoran más te gusta. Por eso te aburriste de mí y luego de Jane, porque ambas te prestabamos atención, pero una vez que me fui y te ignoré te volví a gustar, lo mismo cuando nos conocimos, te gustaba cuando te ignoraba más que cuando intenté demostrarte mis sentimientos, sabía que si lo volvía a hacer vendrías a mí, porque así eres, eso te gusta, ves que alguien se interesa en mí y corres a pedirme explicaciones, te gusta creer que aún siento algo por ti y que volveré a buscarte, por eso te sientes cómoda, piensas que me tienes, que te pertenezco, pero no es así, sabía que vendrías para que follemos, pero no, hice todo esto para que te quede claro esto Rebecca -Me acerco a ella, su cara es indescifrable, es entre molesta y triste -ya no tengo sentimientos románticos hacia ti y nunca los volveré a tener, quise follar contigo porque hace tiempo que no lo hacía con alguien, pero no porque fueras tú, tenía ganas y al parecer tú también, eso es todo.
-¿A quién crees que vas a engañar?, sabes que entre nosotras hay algo más que atracción física, tú aún me gustas Freen. -Una lágrima corre por su mejilla.
-Pero tú a mi ya no Rebecca y entiende que debes llamarme por mi nombre, personas como tú -la miro de arriba hacia abajo -no tienen el permiso de llamarme Freen.
-¿Personas como yo?, te recuerdo que estamos al mismo nivel.
-Jamás, tú y yo jamás vamos a estar al mismo nivel, el nivel de una persona no se mide por su estatus social o económico, se mide por la calidad de persona y cariño, una persona que engaña, para mí está por debajo.
Ambas nos miramos enojadas, pero también con tristeza formando un silencio.
Sé que la he lastimado con eso, pero necesito alejarme de ella, el haber tenido sexo con Rebecca solo hizo recordar lo mucho que la deseo y que me gusta, esa mujer me encanta y si sigo jugando con fuego me voy a quemar y volveré a sufrir por amor.
Me dirige una vez más la mirada con lagrimas en sus ojos y se retira del lugar.
Debo olvidarla, debo ignorar mis sentimientos, debo superar el pasado, debo continuar.
Debo, pero no puedo.
Más aún, no quiero.
Quiero poder estar a su lado, cuidar de ella cuando esté enferma, besarla al despertar y acariciarla al dormir, quiero hacer el amor con ella, sueño con casarme y formar una familia a su lado, ¿la casa que compré?, al principio solo era un terreno vacío, pero cuando estábamos juntas soñaba con nuestra casa luego de la boda, guardé el bosquejo y lo mandé a hacerlo realidad, me construyeron la casa, nuestra casa. La ropa interior que me dejé, la guardé en el cajón del que iba a ser su armario, con la intención de que algún día vivamos juntas y entienda que siempre quise que estuviésemos juntos, que ahí pertenecía, ambas nos pertenecíamos, pero el miedo a volver a sufrir me está ganando.
¿Cómo saber si lo que dice es verdad?, ¿solo le gusto o es algo más profundo?.
¿Renuncio realmente a ella?, o ¿le digo lo que realmente siento e intentamos nuevamente tener una relación linda y duradera?
Renunciar o intentar.
Intentar o renunciar.
Renunciar o intentar.
Intentar o renunciar.
Al parecer esta noche no podré dormir intentando tomar una decisión.
¿Renunciar?.
¿Intentar?.
¿Seguir a mi cabeza y protegerme o seguir a mi corazón y abrirme a la posibilidad de amarla sin miedo?.
Renunciar o intentar.
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LA UNIÓN
FanfictionEn una escuela de los más privilegiados del mundo llega una nueva alumna de intercambio de la cual no existe información, para todos es como un fantasma, nadie sabía de su existencia hasta el primer día de clases, solo tiene redes sociales de donde...