Andrea no dejaba de frecuentar la cafetería en la que yo me encontraba trabajando. Solo pedía un café y comenzaba con su lectura matutina .
Fui una ilusa al pensar que ella había venido aquí por mi.
No para nada según Lurdes una compañera de trabajo que había intercambiado varias palabras con ella , le había contado que estaba aquí por trabajo, en una universidad privada.
No se si sentí rabia o simplemente me alegró de que siguiera con su vida como yo también lo había echo .
Verla todos los días sentada en el mismo lugar me recordaban esos momentos en los que ella era solo mi profesora de Literatura y nos dábamos esas escapadas como dos adolescentes experimentado el primer amor.
Había una muchacha de baja estatura cabello largo negro , y ojos azules como el cielo. Que iba muy seguido a la cafetería. No se si era normal asistir tanto al mismo lugar o que realmente este café estaba bueno.
Al verla entrar a la cafetería sonreí ya sabía lo que pediría un Makiato bajo de azúcar.
Ella se sentó en la misma mesa de siempre y antes de que pudiera abrir su boca ya yo le estaba dando su pedido .
Me miró inexpresiva y bastante alegre.
—muchísimas gracias supongo que he venido tanto que ya sabes lo que voy a ordenar__me dijo regalándome una bonita sonrisa .
—algo así espero que no te molestara__Andrea me había observado y eso me daba satisfacción.
—no al contrario jamás nadie había sido tan atento conmigo __cuando me dispuse a dar media vuelta me detuvo poniendo su mano en mi brazo y yo la miré interrogante.
—Disculpa pero , ¿puedo invitarte a un café?__no me esperaba esto.
—dentro de media hora termino mi turno si aun no ha expirado tu invitación aceptaría encantada .
—entonces te esperaré.
Y así lo hizo la media hora paso pausada no habían tantos clientes al llegar la hora de irme a casa me coloqué mi ropa y me senté con la joven de bonitos ojos la cual me había estado esperando todo este tiempo.
Andrea tampoco se había ido estaba muy concentrada leyendo al parecer .
—hola de nuevo__le dije sentándome delante de ella.
—no pensé que vendrías__admitió
—porque no lo haría
—no lo se , mi nombre es Gabriela pero puedes decirme Gabi
—un gusto Gabi , soy Alicia muchas gracias por tu invitación__en eso llegó mi compañera de trabajo y solo pedí lo mismo que ella.
La tarde paso rápida Gabrierla era una excelente compañía me hacía reír mucho . Y eso me daba satisfacción ya que Andrea no apartaba la vista de nuestra mesa.
Salimos de la cafetería y ella se ofreció a llevarme a casa , cosa que le agradecí caminar a esta hora me pesaba.
—tienes una bonita sonrisa__me dijo y yo me sonroje .
—gracias pero tu no te quedas atrás.
De camino a mi casa intercambiamos nuestros números y al llegar me despedí de ella con un beso en la mejilla agradeciéndole por todo.
—gracias a ti ahora se donde vives .
Y con unas risas ella se fue de ahí.
Entré rápido a casa subí mi habitación y le conté a mis amigas lo que había sucedido , estaban impacientes querían que le mostrará fotos pero no tenía ninguna asi que me toco stalkearla en redes .
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Las cosas que nunca dije.
Roman d'amourAndrea Miller profesora de Literatura cautivada por los ensayos de la pequeña Alicia Stivens joven la cual a pesar de sus problemas familiares podía sacar provecho de su depresiva situación logrando con sus palabras un maravilloso trabajo. Las rela...