Mi tía sucia (g!p)

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Maratón 4/9

Al llegar a la casa, becky subió más escaleras para dejar las bolsas en su cuarto y ordenar la ropa. Freen caminó hacia la cocina, mirando a su hermana quien preparaba la cena.

-Hola P'Freen. - saludó Marcela, al mismo tiempo que le echaba sal a la carne que yacía en el sartén -¿Cómo les fue?

-Bien, ya está todo comprado.

-¿Qué bien. - sonrió - Esperamos a Irene para comer, ya debe de estar por llegar. Por mientras, ayúdame a cortar los vegetales. - le señaló.

Freen se arremangó las mangas hasta la altura de sus codos y cogió un cuchillo para cortar el tomate sobre la tabla de madera.

-¿A dónde fue Irene?- preguntó Faye

-Fue a la universidad de becky para conseguirle clases particulares.

-¿Qué? - dijo y paró de cortar para observarla -¿Por qué? Si ni siquiera has entrado a la universidad aún.

-Se lo está pensando, P'Freen. Créeme que tampoco estoy de acuerdo con que Irene la presione tanto con sus estudios.

-¿Entonces por qué no haces algo al respecto?

-No puedo hacer nada. - suspiró - Irene es su madre, y no me puedo entrometer en la relación que tiene con becky.

-Claro que puedes. Eres su esposa, tiene que escucharte. -dijo, buscándola con los ojos.

Marcela esquivó su mirada, débil.

-No es tan fácil.

-Sí lo es.

Se callaron cuando escucharon unas llaves entrar en la cerradura de la puerta principal, apareciendo Irene en la cocina.

-Hola Freen. -saludó Irene mientras se quitaba el abrigo. Freen solo ladeó la cabeza, en gesto de saludo -Hola cariño. -se dirigió hacia Marcela y le besó suavemente los labios.

-¿Cómo te fue en la universidad?- dijo Marcela. Notó a Freen tensarse.

-Bien, ya conseguí las clases particulares para becky. - sonrió - Por cierto, ¿Dónde está?

-Está arriba en su habitación ordenando sus cosas. - respondió Freen.

-Ya está lista la cena. -anunció Marcela -Por favor P'freen, llama a becky para que baje a comer.

Freen subió las escaleras en busca de becky y ambas bajaron a cenar. Mientras comían, Irene sacó el tema de la universidad.

-Hoy fui a tu universidad, becky - habló con naturalidad -Alégrate, porque te conseguí clases particulares.

Becky casi se ahogó con el jugo que tomaba. Freen maldijo por lo bajo, mientras que lla miró sorprendida a su madre.

-Debes estar bromeando, ¿verdad?

-Por supuesto que no, es por tu bien.

-Pero mamá. -se quejó -No quiero ir, aún mis vacaciones no terminan.

Irene la miró enfadada. Becky se hundió en la silla.

-Irás, te guste o no, así para cuando regreses a la universidad sabrás más que todos tus amigos - lo dijo con brusquedad -Tus clases comienzan a partir del lunes

-¡Mamá! - exclamó, su cara estaba llena de angustia.

-Me lo agradecerás, hija, es por tu propio bien-trató de tomar su mano sobre la mesa, pero ella la apartó.

-No mamá, no tienes ni la más mínima idea de lo que es bueno para mí.

Irene iba a decir algo, pero antes de que pudiera abrir la boca, becky se levantó de la silla y corrió escaleras arriba hacia su habitación. No quería seguir escuchándola, no mientas que cada vez que hablaba era nada más para enfadarse con ella. Mientras hundía su rostro en el cojín, se preguntó que había hecho mal para ganarse su odio.

Freen miró a Irene desconcertada. Su mirada entristeció. Marcela por otro lado permanecía en silencio mientras negaba con la cabeza. Freen corrió la silla hacia atrás, con la intención de levantarse pero Irene se lo impidió colocando su mano en su hombro.

-Déjala, Freen. Que no te dé pena.

Pero Freen no la escuchó y zafándose con movimiento brusco, Irene la soltó. Ella la miró petrificada. Freen la ignoró y se apresuró a subir las escaleras.