37

1.3K 176 3
                                    

-¿M-mamá? - tartamudeó, separándose rápidamente de Freen y cubriéndose con la sábana. Aunque ya era tarde, pues Irene ya las había visto.

La cara de Irene enrojeció de ira. Tenía los dientes tan apretados que becky tenía que se hiciese daño. Con los rasgos de su rostro endurecidos, se acercó hacia la cama y cogiendo a becky del brazo con brusquedad, la jaló y la levantó. Becky se tambaleó, gimiendo de dolor y trató de taparse con la sábana.

-¡¿Qué significa todo esto?!

-Mamá... - tragó saliva. Él corazón le latió verdaderamente, mientras luchaba por desatar el nudo que se le había formado en la garganta -Puedo explicártelo.

-irene. - Freen se subió la ropa interior atrás. Trató de acercarse a becky, pero Irene la apartó de su alcance.

Irene la miró con una furia que Freen no había visto jamás.

-Tú no te metas. Hablaré contigo después.

-¿Irene? - Marcela apareció en la habitación. La expresión de su rostro se transformó en una de terror cuando vió a su esposa tan enfadada -¿Qué pasó aquí?

-Lo que pasa es que cuando entré al cuarto en busca de mi celular, ¿Qué crees que me encontré?- dijo Freen con su voz grave por la cólera -¡A tu hermana follando con mi hija!

Irene esperó que Marcela reaccionara de la misma forma que lo hizo ella, pero en vez de eso, ella caminó hacia becky y la apartó del agarre de su esposa. Becky lloraba mientras Marcela recogía su ropa del suelo y trataba de vestirla. Freen se le acercó y la abrazó, ella escondió su rostro en su cuello y sollozó. Irene se quedó helada. Su cara palideció.

-Tú sabías de esto? - preguntó Irene, apenas en un susurro.

-Lo supe apenas hace unos días. - habló Marcela-Te lo íbamos a decir hoy después de la cena.

En el rostro de Irene apareció una expresión que parecía de dolor al ver a Freen mecer a su hija en sus brazos. Casi enseguida, el dolor desapareció sustituyéndose por rabia. Cogiendo a becky del brazo, empujó a Freen lejos de ella y la llevó fuera de la habitación. Freen fue tras ellas, pero Irene se encerró en el cuarto de becky y le puso seguro a la puerta antes de que Freen pudiera entrar. Miró a su hija enfadada, y el frágil cuerpo de becky tambaleó hacia atrás cuando la soltó.

-¿Cómo pudiste hacerme esto, becky? ¿Meterte con tu propia tía?

-Fre... Freen no es mi tía.

-Claro que lo es. Joder, becky. Yo jamás de crié así.

-Tú nunca te preocupaste por mí.

-¡Claro que lo hice! - rugió -Eres mi responsabilidad. Sangre de mi sangre...

-Mamá... - sollozó y desvió la mirada de ella, débil -Entiéndeme, por favor.

-¡Mírame a los ojos cuando te hablo! - la agarró de la barbilla con brusquedad y la giró obligándola a quedar frente de ella -No volverás a ver a Freen jamás, ¿Me escuchaste?

A becky se le encogió el corazón, pequeño, diminuto. Inservible.

-Yo la amo.

-No, tú no la amas. Lo que sientes por ella es solo una maldita obsesión que yo misma me encargaré de eliminar.

Y con esas últimas palabras, Irene desapareció del cuarto. Mientras becky se tiraba en su cama y hundía su rostro en la almohada para llorar, supo en ese instante que había perdido la última oportunidad para ganarse el amor de su madre. Y no solo eso, sino que el de Freen también.

Mi tía sucia (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora