cap Díez

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Becky e Charlotte entraron al centro comercial. Primero entraron a una tienda de vestidos y faldas, en donde becky eligió un vestido azul celeste, que hacían resaltar sus piernas tonificadas. Charlotte sin duda apuesta, con sus 23 años ya había logrado conquistar a media universidad y becky no se quedaba atrás, las dos eran inseparables, conocidas desde pequeñas. Mucha gente creía que eran novias pero la verdad no iban más allá de una bonita amistad.

Becky cruzó sus piernas, mientras se abanicaba con una revista y bebía de su Coca-Cola.

-Ya está todo listo. ¿Dónde opinas tú qué invite a salir? - preguntó Charlotte bebiendo su jugó de naranja.

-Mmh... Se nota que engfra es una chica sencilla, así que te sugiero que la invites a cena, nada muy formal. - sonrió —Sí, muy romántico. Estoy segura que con eso bastar....

Los ojos de Charlotte se iluminaron con un brillo especial, que ella notó.

-Espero que funcione de verdad, becky, esta chica me tiene loca.

-No te preocupes, todo saldrá bien. En menos de dos segundos tendrás a engfra bajo tus pies. - sonrió sin mostrar sus dientes -. ¿Qué hora es?.

-Las diez.

-Mierda. - masculló-¡Qué tarde es! ¡Mi tía me matará! - dijo tapándose el rostro con las manos

-Tranquila, yo te llevo a tu casa - se levantó de la silla y dejó el dinero en la mesa para pagar sus bebidas -¿Vamos?

Ella asintió y ambas salieron del centro comercial. Al instante becky se colocó la chaqueta al sentir el frío de la noche rozar con su piel. Se dirigieron al estacionamiento y se subieron al auto de Charlotte. Al llegar a la casa de becky, se bajaron y se despidieron.

-Gracias por ayudarme con lo de engfra, becky - le dijo Charlotte.

-No hay de qué - sonrió -Me llamas después para saber cómo te fué con ella

-Vale - sonrió -Cuídate hámster - besó dulcemente su mejilla.

-Igual, adiós.

Charlotte se subió a su auto y becky solo se movió cuando la vió desaparecer por las calles. Se giró y se cruzó de brazos, tratando de contener el calor. Caminó hacia la puerta principal de la casa y metió las llaves en la cerradura. Entró y la cerró. De repente, más luces se encendieron y apareció su tía al frente de ella sentada en el sillón. Tenía los puños apretados y un músculo palpitaba en su mandíbula.

-Llegas tarde.- su voz era dura y fría.

Becky tragó saliva.

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Castigo? 😬

Mi tía sucia (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora