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Maratón 7/9

Freen negó con la cabeza una vez más. Becky se quejó, como si fuese una niña pequeña a la que le arrebataron su osito de peluche favorito.

-Por favor.- pidió ella mientras daba pequeños saltitos, en gesto infantil que a Freen le divertía.

-Ya te dije que no.

Freen se giró para irse, pero antes de que pudiera caminar, se dió cuenta de que algo la molestaba. Se volvió y vió a becky, quien la estaba abrazando fuertemente y al parecer no tenía intención de soltarla.

-¿Qué haces?- preguntó Freen frunciendo el ceño -Suéltame

-No hasta que me digas que me vas a acompañar.

-Pídele a tu mamá o a Marcela.

-Ya les dije, no me dejan ir sola y me dijeron que te pidiera a ti.

Freen pensó en lo insoportable que debió haber sido becky con ellas. Conociendo lo terca que podía llegar a ser su pequeña, noble extrañaba que hubiera preferido dejársela a su cargo. Becky la abrazó tan fuerte que pensó que le iban a salir los pulmones de la boca

-Voy a estar pegada a ti hasta que me digas que sí. - le amenazó becky.

-Dios, eres tan terca.

-Llámame chicle.

Freen rió. Vale, al final siempre terminaba cediendo ante ella.

-Está bien.

Becky chilló fuerte que Freen juró que iba a tener una sordera de por vida. Ella la soltó para tirarsele encima y repartir una lluvia de besos por toda su cara. Freen jadeó en busca de aire y apenas pestañeó, becky la había soltado para correr había su cuarto.

Conmocionada, Freen solo reaccionó cuando su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su pantalón.

-¡Hola hermana!

Freen siseó de dolor al escuchar la aguda voz de su hermana saludarla.

-Joder, ¿Es que acaso todas las mujeres que me cruzo tienen que gritar? Ya bastante tengo con becky.

-Uy, oe gruñona. Solo venía a decirte que si vas a acompañar a becky al centro comercial la traigas antes del anochecer.

-Vale, vale, ¿Algo más?

-No, eso nada más, ¡Adioo0000000s!

Freen siseó de dolor una vez más al escuchar el chillido de Marcela. Cuando había acercado el celular había su oreja para insultarla, se dió cuenta que había colgado. Lo había hecho a propósito solo para molestarla. Aún así, no pudo evitar reír.

-Ya estoy lista.- dijo becky bajando las escaleras -¿Vamos?

-Sí, solo déjame buscar mis llaves. Espérame en el auto.

Becky asintió y Freen fue a las cocina para coger sus llaves. Cuando regresó hacía la sala principal, se miró en el espejo que estaba colgado en la pared y quedó con la boca abierta. Se acercó hacía el espejo y tocó su rostro sin poder creerlo. La maraca del lápiz labial de becky en forma de besos había quedado alrededor de toda su cara. Negó con la cabeza riéndose, cogió una servilleta y se limpió el rostro mientras salia de la casa.

Mi tía sucia (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora