❛Prólogo❜

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El Olimpo estaba de fiesta

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El Olimpo estaba de fiesta. Después de que Percy tuvo que salvar el culo divino de Apolo. De Zeus, quien le estaba echando la culpa de todo el desastre de las profecías. El dios del sol decidió que había que hacer una gran celebración para celebrar que no lo echaron del Olimpo.

Percy estaba tan cansado que no tenía ganas de ir, pero Hermes y Apolo vinieron a buscarlo en persona y lo arrastraron a la fiesta. Por lo que, Percy decidió que no se quedaría mucho tiempo.

Así que, junto con Annabeth - que también estaba medio muerta- se sentaron en el jardín fuera del templo principal. No necesitaban hablar para entenderse; su silencio ya decía todo, ellos siempre se entendieron sin palabras.

Percy miró cómo Leo lanzaba a Jason a una fuente, de donde salieron dríadas con prisa. Escuchó la risa de Piper a lo lejos mientras hablaba con Eros. Y cuando Eros se dio cuenta de que Percy lo estaba mirando, le guiñó un ojo, haciendo que Percy apartara la vista rápidamente.

Trató de encontrar a su padre entre la multitud. Hacía un rato que no veía a los olímpicos y, según sus cálculos, ya era muy tarde en Nueva York, probablemente la una o dos de la mañana. Debería regresar al campamento, pero quería despedirse de su padre primero.

Se levantó, estirándose un poco, y vio que Annabeth ya estaba cabeceando de cansancio. La tocó en el hombro, haciéndola saltar y ponerse alerta.

— ¡Eh! Tranquila, soy yo... —dijo, tragando saliva al ver que Annabeth estaba realmente agotada. — Voy a buscar a papá, ve volviendo al campamento. — Miró a Leo, que estaba causando un escándalo con Jason tambaleándose a su lado. — Y llévate a Leo, que necesita dormir.

Annabeth asintió. — Regresa pronto. — Percy le dio una sonrisa leve para tranquilizarla mientras se alejaba, viendo cómo ella le daba un golpe en la cabeza a Leo para que dejara de molestar a las ninfas.

No podía culpar a Leo; después de su casi muerte, el hijo de Hefesto quería vivir todas las experiencias normales de un adolescente. Todos intentan aparentar algo, pero las huellas de lo que han vivido ya están ahí. Para Percy, esas huellas eran como tatuajes permanentes, llenos de tinta cargada de dolor y desastre.

No podía simplemente seguir adelante como si nada hubiera pasado.

Suspiró, tratando de despejar esos pensamientos, y entró al templo para buscar a su papá antes de irse. Definitivamente necesitaba un descanso.


 Definitivamente necesitaba un descanso

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Runaway . . ⌲◟⿻. - ،، Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora