Resonacia 08: Gotaniz

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NY, Queens.
27 de abril, primavera.

Un hombre fuera de una cafetería cualquiera, descansaba de su arduo labor, sin molestia alguna mientras tomaba su bebida favorita en un ameno descanso, pacifico y tranquilizante.

Al punto que solo el hecho de pensar que algo podría arruinarlo era impensable para el, casi surrealista pensar que un día de primavera podía ser arruinado de alguna manera; mas a cuesta el hombre también sabia, entendía que había personas que disfrutaban de la adrenalina.

Por eso, cuando un auto paso a un lado de la cafetería, dando una curva ilegal no le pareció extraño y siguió tomando despreocupado su bebida.

- Permiso!!.

El hombre soltó el liquido sin querer en su ropa, imprevisto para el el saber que un chico saltaría por encima de su mesa como un gato, solo pudo ver la dirección por donde el chico había corrido, el hombre solo pudo susurrar sus molestias mientras limpiaba sus ropas.
.....

El chico corría apartado a todo aquel que se le atravesara en su camino, optando por saltar todo obstáculo o persona que se ponía frente de el, sus cabellos blancos se movían violentamente por sus rápidas pisadas y los movimientos tanto bruscos como finos, alrededor de las personas o obstáculos.

"Sip, ese soy yo." el chico paso por debajo de una mesa al ver los platos aun con comida en ellos, mientras pedía disculpas. "Seguro se estarán preguntando. ¿porque mierdas estoy corriendo como imbécil por la cuidad?" el chico gruño, entrado a un callejón para empezar a saltar por cualquier obstáculo y acortar camino. "Pues bienvenido a New York, Queens, el comienzo de mi estrés." el chico diviso a la distancia como aquel auto de antes daba vuelta en su dirección. "Pero si quieren saber mas, ahí que ir unos días atrás".

El chico sonrió, antes de hechar a correr al auto que parecía tener las intenciones de pasarle por encima, mientras gritos se escuchaban de fondo y cuando iban a punto de colisionar....

Tiempo presente.
Royal Wood.

El ruido del interior no era algo tecnicamente nuevo, tanto para el como para el resto de vecinos que se habían acostumbrado al alboroto y desastre ocasional que las hijas de la familia causaban. Y con el resiente avistamiento de camionetas negras, brillantes mucho de los vecinos habían querido evitar inmiscuirse en el caos Loud. 

Aun así cuando vieron la puerta de la casa abrirse con un ruido opacado por el caos que normalmente era el hogar, muchos vieron con curiosidad al recién salido. Para la mayoría de los Vecinos el chico de cabellera blanca era un enigma, pues en momento era el chico mas amable y tranquilo del mundo, antes de volverse un manojo de gruñidos y chasquidos de lengua.

Aunque nadie quiso preguntar a que se debía.

Lincoln gruño al recibir la luz del sol, un efecto secundario de haber dormido en una habitación donde el único gramo de luz natural era una ventana acabada con mas remaches que vidrio que era imposible saber si era de día o de noche. El chico, llevando lo que se había puesto el día anterior, dio unos pequeños saltos antes de empezar a correr.

.......
Adentro, Casa Loud.

Rita despertó a su día habitual, sin prestar atención el exceso de ruido que venia de fuera de su habitación. Ya después de tanto tiempo se había acostumbrado del subido ambiente que la casa tenia. La rubia mujer suspiro, antes de ver el reloj a un lado de la cama, para nada sorprendida por la hora matutina con la que las chicas comenzaban el caos.

Resonancia //The Loud House\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora