Capítulo 24: Magnolia.

396 33 3
                                    

II M A D H O U S E II

Capítulo 24.

Magnolia.

Esa noche, las pesadillas volvieron. Aparentemente he ganado otro miedo... la Hermana Jude. Primero me pegaba veinte latigazos en la espalda. Después me ahogo en algo demasiado caliente y espeso como para ser agua. Sangre. Finalmente, me ataron las manos del techo, me forzaron cuando ya estaba muerta y me quemó mientras seguía colgada.

Ellos me arrastraron al infierno, los demonios. Me encadenaron y me dejaron allí para que todas las horribles bestias me comieran viva. Como el mostruo que se comió a la mujer de Niall.

Oh, Niall. Le hecho de menos. Estaba tan acostumbrada a verle todos los días... Creo que saqué ventaja de ello. Y Louis, espero que esté bien. Fue muy agradable, ayudándome. Incluso cuando se burlaba de mí y nunca me creía, había siempre algo dentro de él que hacía que le mirara de una forma fraternal.

Pero la Hermana Jude... no había ni una sola parte de ella que me pareciese maternal. Su corazón era como una pesada piedra en el fondo del océano, siendo devorado por la sal, convirtiéndose en nada.

Si ella supiese sobre lo de ser bruja, seguro que me habría colgado en menos de cinco segundos.

Algo me dice que la Hermana Jude es la culpable de todo esto.

~

Cuando me despierto a la mañana siguiente, Harry está en la ducha. Podía oírle cantando por encima del sonido del agua. Es bueno. A lo mejor cuando lo deje podría ser cantante.

Salí de la cama y me vestí en el otro baño. Me maquillé como Anne me enseñó y me quité los rulos con los que había dormido.

Me sentí guapa, no guapa como todas esas chicas de Vogue, guapa como todas las chicas son.

Cuando Harry salió de la ducha ya estaba completamente vestido, con el pelo todavía mojado. "Buenos días, mi amor." Dijo besando mi mejilla.

"Buenos días." Contesté con una sonrisa. "¿No tienes trabajo hoy?" Pregunté, dándome cuenta de que llevaba una camiseta negra y unos vaqueros.

Él sacudió su cabeza. "Ayer te prometí que te ayudaría a buscar alguien en quien podamos confiar. No me voy a rendir."

"No quiero que salgas herido." Murmuro. "Podrías salir herido."

"No me importa." Contesta dulcemente. "Te quiero, recuerda que todo va a ir bien.

Aprieto mis labios, sacudiendo la cabeza. "Estás loco."

Se rió dándose cuenta de la ironía en mi voz. "¿Tienes alguna idea de por dónde podemos empezar?"

Suspiré y traté de encontrar algún recuerdo. "En realidad no. ¿Mi abuela dijo algo cuando hablaste con... su fantasma? Si es que esta muerta..."

Los ojos de Harry brillaron de repente y corrió al salón, volviendo momentos después con dos libros. "Olvidé que cogí esto."

Uno era un álbum de fotos, el otro un diario. "Mierda, Harry..." Murmuré viendo una vieja fotografía de Agatha y su familia.

"Lo sé, y ese hombre, el que la mató, fue a Hellingly años después. Fue llevado de la prisión allí. Creo que por eso pasaban tantas cosas paranormales cuando tú estabas allí. El hombre debía de odiarte, sabiendo que eras la descendencia de su mujer."

Abrí el diario, leyendo la desordenada y gastada caligrafía. "Sé a dónde vamos." Dije lentamente. Me levanté de la silla, me puse el abrigo y sujeté el libro abierto por una página en concreto.

Harry y yo conducimos mientras yo le iba dando indicaciones. "¿A dónde estamos yendo?" Preguntó.

"Está escrito aquí. Un lugar seguro." Dije.

"¿Estás segura de que no ha sido... atacado? ¿O símplemente cerrado?"

"¡Es nuestra única opción!" Protesté. "Así que, no. No me paré a ver si salía en el listado telefónico."

Harry levantó sus manos en un gesto de rendición. "¡Lo siento! No quería enfadarte."

Suspiré poniendo mi mano en su hombro. "Está bien, tan sólo estoy tensa."

Harry se relajó y dijo. "Oh, está bien. Intenta calmarte, Maggie. ¿Estás segura de que nada más te preocupa?"

"Tuve una pesadilla." Espeté. "Eso es todo."

Marry me miró y cuando paramos en un semáforo se inclinó y me plantó un beso en los labios. "Lo siento, si no te sientes bien hacuendo esto no tenemos porqué hacerlo."

"Sí, tenemos que hacerlo." Suspiré. "Estoy bien."

~

Media hora después llegamos a una enorme casa victoriana situada en el interior de un bosque. Hemos pasado muchas cabañas, obviamente abandonadas y observé desanimada que la casa parecía igual de vacía.

Harry aparcó el coche y salimos. La nieve crujía bajo nuestros pies mientras caminábamos juntos hacia la puerta principal.

"No va a haber nadie." Dije tristemente.

"Tenemos que intentarlo." Contestó Harry llamándo a la puerta.

Nadie contestó, como yo sospechaba.

Pero la puerta se entornó abierta y después de echar un vistazo, Harry y yo paramos dentro. El interior era completamente diferente al exterior.

Por dentro, la casa era totalmente moderna, con retrato en todas las paredes y todo pintado de blanco, de las paredes al suelo. Todo estaba fresco y limpio, impecablemente limpio.

"Bueno, no me esperaba esto." Murmuró Harry.

"¡Si un sitio está saí de limpio, tiene que haber alguien viviendo aquí!" Exclamé, caminando hacia las escaleras.

"¡Más despacio, Magnolia! ¡Es una casa grande, no quiero perderte!" Gritó Harry destrás de mí.

"¡Oh, por favor! No tengo cinco años." ME reí volviendo hacia las escaleras. Había un nuevo sentimiento de emoción en mi, quería explorar cada rincón de la casa.

"Mira esto." Dijo Harry con admiración, mirando hacia los retratos.

"Son preciosos." Dije.

"No tan bonitos como tú." Remarcó acercándome a él. "Vamos, juguemos a un juego."

"¿Qué juego?" Sonreí.

"Al escondite, por supuesto." Rió Harry besando mi nariz.

"Vale, ¿te escondes tú primero y yo cuento treinta?"

"¡Estoy listo cuando tú lo estés!" Dijo Harry.

"Vale." Me tapé los ojos y me giré hacia la pared. "Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis..." Conté, y al llegar a treinta me giré y comencé a buscar.

"¡Vamos, sal de dondequiera que estés!" Dije mirando detrás de las puertas y cortinas.

Sonreí hacia mi misma cuando vi una cabeza moviéndose detrás de una esquina. Pero lo que pasó después hizo que se me saliese el corazón por la garganta.

Una mano me tapó la boca, sofocando mis gritos mientras me apretaba la cintura fuértemente con la otra mano.

Empecé a entrar en pánico y a chillar por ayuda sabiendo que esas manos no eran de Harry. Pero mi captor me giró, y casi me desmayo.

"¿Tate?" Susurré.

«•¤•*°☆•»¤¦☆•»¤¦¤¤«•¤•*°☆•»¤

Harry, ¿que haces? No quieres que suba las escaleras para no perderla de vista y luego dices de jugar al escondite. No hay quien te entienda.

Otro final intrigante, eh...

¿Os esperábais a Tate ahí? ¿Qué creeis que va a hacer con Maggie? ¿Que va a pasar con Harry?

{Capítulo dedicado a NataliaJosabeth }

~Blake.

M A D H O U S E  {Español}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora