M A D H O U S E {Español}

Capítulo 5: Magnolia.

II M A D H O U S E II

Capítulo 5.

Magnolia.

Me desperté a la mañana siguiente con un dolor palpitando en mi cabeza y mi cuerpo estaba cubierto por un frío sudor. Las pesadillas volvieron anoche, incluso cuando me tomé mis pastillas.

Estaba en un largo y oscuro pasillo, la única luz era un candelabro. La gente había empezado a gritar mi nombre deste todos los rincones, y había chillidos, llantos pidiendo ayuda.

Corría tan rápido hacia los gritos que el candelabro salió volando, y ahí fue cuando fui atacada.Sus garras se envolvieron alrededor de mi garganta y mi torso empujandome hacia la oscuridad.

Estaba tirada en una especie de vitrina de cristal que poco a poco se llenaba de agua. "No." Murmuré. "¡Para!"

Había una nueva cara observandome a traves del cristal. El agua estaba subiendo y él me sonrió. "¿Por qué estás haciendo esto?" Pregunté.

"Ya lo sabes." Él contestó y rió maniáticamente mientras el agua sumergía mi cabeza, llevándose todo el aire que pudiera haber en la vitrina.

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 Me desperté al amanecer intentando coger aire. ¿Quién era él? ¿Otro de mis parientes? Agatha y yo nos parecíamos en algo, pero este chico y yo no nos parecíamos en nada.

Él era alto y tenía el pelo rubio y rizado, y cálidos ojos marrones, como el chocolate caliente. Por no mencionar lo atractivo que era. Lo más curioso es que él me habló.

Agatha no puede... o al menos no en voz alta. Todo lo que los demonios hacen es gritar con las voces de mis seres queridos. Así que, ¿cómo lo hizo?

Me quedé en la cama un rato esperando a que los guardias nos despertasen a todos. Agatha me miraba desde los pies de mi cama.y sentí una lágrima resbalar por mi cara y acabando en la punta de mi nariz, aterrizando en la almohada debajo de mi cabeza.

A lo mejor estaba loca.

Agatha se acercó y acarició mi cuello, lo sentí. No estaba loca. Todo esto era real.

La miré y ella me dió una sonrisa valiente. No podía rendirme cuando tan solo estaba asustada. Si me descompongo ellos me matarán. Me arrancarán las extremidades una por una dolorosa y lentamente y se quedarán a ver la sangre saliendo de mi cuerpo.

Los monstruos se darán un festín con mis piernas y mis brazos justo delante de mi, para que la carne que no se coman caiga encima de mi cuerpo. Todavía caliente.

Y yo gritaré, solo que no seré oída porque me habrán arrastrado al infierno y me habrán atrapado allí. A lo mejor si estaba destinada a ir al cielo lo ángeles me buscarán, sólo para volver a Dios con las manos vacías.

¿Conseguirán fruncir el ceño, como mi padre hacía cuando yo hacía algo mal? ¿O sólo les darán unas palmaditas en la cabeza y seguirán su camino por separado? (?)

"¡Levántate y brilla! ¡Feliz Navidad!" Los guardias gritaron golpeando nuestras celdas.

Me levanté rápidamente de la cama, me quité el pijama y me puse un nuevo uniforme. Pasé los dedos por mi desordenado pelo esperando a la hermana Jodi Lynn para que lo hiciera ella.

Ella entró alegremente. "¡Feliz Navidad!"

"Oh sí, mi tercer aniversario aquí. ¿Cómo lo podría olvidar?"

"No seas tan amargada en el cumpleaños de los Salvadores." Se rió conteniéndose. "Ahora siéntate. Tienes una sorpresa esperándote en la sala común."