M A D H O U S E {Español}

Capítulo 7: Magnolia.

II M A D H O U S E II

Capítulo 7.

Magnolia.

"¿Hermana...?" Pregunté mientras ella me encerraba en mi celda.

"¿Sí, Magnolia?" Respondió lastimosamente.

"El mal está en este sitio... El Doctor Tomlinson, él es un buen hombre. Me estaba ayudando. No necesita ningún castigo." Suspiré.

Ella resopló. "Señorita Hamlet, mató a dos hombres. Arderá en el infierno de todas formas, no hay nada que podamos hacer."

"Tú no le harás daño a un compañero, ¿verdad, Hermana? ¿Mientras el Doctor Tomlinson yace en la cama, tendrás piedad con él? ¿O le tratarás como al resto de nosotros?"

"No puedo tener favoritisnos, querida. Ahora ve a descansar un poco, asumo que has tenido un día muy largo hoy." La Hermana Jodi Lynn sonrió. "Por desgracia no puedes asistir al funeral de tu padre... La Hermana Jude está muy centrada en tu recuperación de ahora en adelante."

"¿Cómo?" Pregunté.

Se encogió de hombros. "Pronto lo descubrirás."

Después cerró con llave mi celda y se fue. El sonido de sus zapatos contra el suelo se fue haciendo más débil hasta que dejé de oírlo.

Giré mi cara hacia la cama y casi grito, si eso no hubiera agarrado mi garganta. "¿Sabes? Esta celda tampoco está tan mal." El fantasma rubio dijo mirando a su alrededor.

"¿Por qué estás aquí?" Grité, sintiendo las lágrimas en mi cara.

"Oh, no, no, no." Dijo alejándose un poco de mí, y dándome una pequeña sonrisa cogió mi barbilla entre sus manos. "No tienes por qué tenerme miedo, Maggie."

"No me llames así." Siseé apartando sus manos.

El fantasma rió. "Ellos me dijeron que tienes un poquito de mal humor."

"¿Quién?"

Él sonrió. "Ya sabes..." Movió su rubia cabeza hacia una esquina de mi celda donde uno de los demonios estaba parado saludándome con sus garras.

Empecé a llorar otra vez. "Sólo terminad con esto... Tan solo matadme ahora."

Su sonrisa cayó. "Magnolia... Mírame."

Yo sorbí, tratando de regular mi respiración y después le miré a la cara, que estaba a tan solo unas pulgadas de la mía. "No voy a matarte. No quiero hacerle daño a nadie."

"Entonces, ¿por qué están ellos aquí?" Susurré.

Les miró de reojo. "Ellos saben que soy la segunda persona más poderosa de esta sala... Que se utiliza para ser malvado."

"¿Segunda?" Repetí.

"¿De verdad crees que ellos están gastando su tiempo para hacerte daño? Maggie, no pueden. Eres demasiado pura... y fuerte."

"¿Quién eres tú?" Pregunté mientras se iba todo rastro de miedo en mi voz. "Y qué quieres de mí."

"Soy Tate." Sonrió. "Estoy aquí porque me he enamorado de tí."

"¿Enamorado de mí? Nos acabamos de conocer."

Tate sacudió su cabeza. "Tú sólo me acabas de conocer... Te he estado obsevando desde que eras un bebé. Tu pudes hacerme libre, Maggie."

"¿Qué quieres decir?" Pregunté.

"Dondequiera que vaya hago daño a la gente. Estoy cansado de eso." Dijo despacio.