La tormenta ruge en el cielo, el estruendo de los truenos reverberando en el aire, mientras los relámpagos iluminan la escena con una luz cegadora. Mozz yace en el suelo, el dolor surcando su cuerpo tras la brutal patada que lo ha derribado. El agua empapa su ropa, y la sangre brota de una herida en su labio, mezclándose con la lluvia que cae incesante.
004, su adversario, se yergue imponente ante él. Su casco, ahora en sus manos, revela un rostro endurecido por la batalla. Sus ojos, que antes brillaban con un verde intenso, se desvanecen momentáneamente, revelando un atisbo de la humanidad que aún se esconde en su interior. Sin embargo, esa humanidad es efímera, y rápidamente vuelve a convertirse en la máquina de combate que ha sido entrenado para ser.
Justo cuando parece que Mozz está a punto de recibir el golpe final, un viento súbito se levanta, azotando con fuerza el lugar. La brisa trae consigo un aleteo metálico, un sonido que corta el aire como un presagio de algo más grande. El cielo se oscurece aún más cuando un Dardicóptero Apache desciende desde las nubes, sus hélices creando un vórtice de agua y viento a su alrededor.
La cabina del helicóptero se abre, y de ella desciende un joven con cabello blanco como la nieve, que resplandece bajo la luz de los relámpagos. Su traje negro, de agente Cobra, está cerrado con elegancia, destacando su porte firme y seguro. Con una calma que contrasta con la furia de la tormenta, el joven se planta frente a 004, su mirada fría y calculadora clavada en su adversario.
¿Tú esperas que me impresiones? - su voz, llena de una confianza que no deja lugar a dudas, resuena sobre el rugido de la tormenta.
004, sorprendido por la inesperada aparición, retrocede ligeramente, evaluando la situación. El joven desconocido no parece inmutarse por la amenaza que representa 004. En cambio, da un paso adelante, su presencia irradiando una autoridad que desafía el caos que los rodea.
Mozz, aún en el suelo, levanta la mirada, con el asombro pintado en su rostro. El dolor en su cuerpo parece desvanecerse ante la aparición de este nuevo jugador en la batalla. Algo en el joven le da esperanza, una promesa tácita de que la marea puede cambiar, de que aún hay una oportunidad.
004 aprieta los puños, volviendo a enfocar su mirada, y el brillo verde regresa a sus ojos. Sin embargo, el joven de cabello blanco no se inmuta.
*???* Te lo advierto, esta es tu última oportunidad de retirarte, antes de que este lugar se convierta en tu tumba.
Las palabras son simples, pero el tono es tan frío como el viento que los rodea. 004, en silencio, analiza a su nuevo oponente, sopesando sus opciones. El conflicto está lejos de haber terminado, pero la llegada de este joven ha cambiado las reglas del juego.
Ahora son de algo más grandeDespués de que el chico, o mejor dicho Altaïr inb-laa, descendiera del Dardicóptero Apache, el ambiente se volvió más tenso. La tormenta se intensificaba, con relámpagos iluminando el cielo, reflejándose en los ojos brillantes de 004, que hasta ahora solo había mostrado uno de sus poderes.
*004* (sonriendo con una frialdad inquietante) "Veo que no vienes solo, Mollo. Pero crees que esto será suficiente."
Con un gesto lento, 004 se quita el casco por completo, revelando su rostro marcado por cicatrices y la intensidad que emanaba de sus ojos. Pero esta vez, ambos ojos comenzaron a brillar con un verde intenso, algo que Mozz nunca había visto antes.
*El joven* (con una sonrisa confiada) "¿Esperas que me impresiones? No he venido aquí para ser un espectador."
El joven, con una elegancia letal, se prepara para lo que está por venir. Con movimientos precisos, ajusta su traje de agente, listo para lo inevitable. La brisa, cada vez más fuerte, parece responder a la tensión creciente entre los tres.
*004* (con una risa oscura) "Dos contra uno, ¿eh? No será suficiente."
Sin previo aviso, 004 se lanza al ataque. Sus movimientos son rápidos, casi imposibles de seguir con la vista normal. Sus ojos brillantes le dan una ventaja sobrehumana, permitiéndole esquivar y contraatacar con una precisión letal.
El joven y Mollo, sincronizados por la experiencia y el instinto, luchan juntos para contrarrestar la furia de 004. Altaïr utiliza su destreza como agente para anticipar los movimientos de 004, mientras que Mollo, a pesar de estar herido, sigue demostrando por qué es un experto en combate cuerpo a cuerpo.
Los tres luchan en un intercambio de golpes y estrategias, donde cada movimiento puede ser el último. La tormenta a su alrededor parece responder a su batalla, con truenos que retumban en el fondo y relámpagos que iluminan el campo de batalla.
A pesar de estar en un feroz combate, ninguno de los lados parece obtener una clara ventaja. El poder de 004 con ambos ojos brillando es formidable, pero El joven y Mollo, trabajando en equipo, logran mantener el equilibrio.
Finalmente, en un cruce de miradas y de ataques devastadores, los tres quedan en un aparente empate, sin poder superarse mutuamente. El campo de batalla se calma, aunque la tormenta sigue rugiendo a lo lejos.
*004* (con una respiración pesada) "Esto no ha terminado... Nos veremos nuevamente."
Con un último destello de sus ojos, 004 retrocede, aprovechando la distracción de la tormenta para desaparecer en la oscuridad. Mollo y el joven, exhaustos pero sin haber caído, observan cómo su enemigo se desvanece, sabiendo que este enfrentamiento fue solo el comienzo de algo más grande.
Gwendolin, con su corazón latiendo a toda velocidad, corre bajo la tormenta que se desata en el cielo. La emoción y la adrenalina se mezclan en su interior mientras agarra con fuerza el dron que le prestó su amigo Étienne. Sabe que lo que está a punto de grabar será algo épico, algo que ni siquiera Jericho podría ignorar.
Llega justo a tiempo para ver cómo la batalla entre Mozz, Altaïr, y 004 alcanza su clímax. El dron de Étienne, con su tecnología avanzada, capta cada movimiento, cada destello de luz, y cada gota de lluvia que cae sobre el campo de batalla. Gwen, con una sonrisa satisfecha, sabe que este es su momento. No puede esperar a mostrarle a Jericho lo que ha capturado.
A pesar del peligro, Gwendolin no puede apartar la vista de la lucha. Siente que cada golpe y cada esquive son una danza mortal, algo que la atrae y la fascina al mismo tiempo. Su obsesión por Jericho la empuja a estar tan cerca como sea posible, pero también sabe que debe ser cuidadosa para no ser descubierta.
Mientras el dron graba, Gwen se asegura de obtener los mejores ángulos, acercando la cámara al rostro de 004 cuando sus ojos brillan con ese verde intenso, capturando la elegancia letal de El joven y la determinación inquebrantable de Mozz.
Pero justo cuando la batalla parece llegar a su fin, algo en su interior le dice que se prepare. Sabe que Jericho está cerca, que él también entrará en acción. Gwendolin, riza lunática y fuerte , empieza a preparar el dron para lo que está por venir. Aunque Jericho aún no ha aparecido, su mente ya está llena de ideas sobre cómo reaccionará . Quizás, solo quizás, esta será la oportunidad que necesita para que él finalmente la note.
Con el dron en marcha, Gwendolin espera ansiosa el momento en que Jericho llegue al lugar. Sabe que será épico, y que, al capturarlo, estará un paso más cerca de ganar su atención, de demostrarle que está destinada a estar a su lado, sin importar lo que cueste.
Y finalmente llegó el mejor agente de cobra...
Jericho ve a el joven y se asusta un poco.
Altaïr inb-laa'...
Fueron las palabras que salieron de la boca del protagonista...
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BTD6: the call of Jericho
Fanfictionun nuevo templo un nuevo mundo y mucha mucha intriga