𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏. 𝒃lood

60 21 0
                                    








█║▌│█│║▌║││█║▌║▌║
✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓢𝐄𝐕𝐄𝐍 ❜ ┊ೃ
¡ 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅  !

























Cerré la puerta de la bóveda detrás de mi, soltando un largo suspiro. Pegué mi frente contra la puerta de metal, de repente sintiendo un extraño presentimiento. Uno muy malo. Una fuerte brisa se metió por las ventanas que hasta me revolvió el cabello. Lo aparté, y estuve dispuesta a irme para ir a ver a Ethan y Aiden y confirmar que estaban bien.

Cuando me giré, me encontré con la figura imponente de Deucalion. Tenía su bastón, pero no sus lentes de sol que ocultaban el irradiante color escarlata de sus ojos. No tenía su pijama pero sí sus zapatos, y una sonrisa deslumbraba sus labios.

—Buenas noches, Thena. Espero que los muchachos no te estén causando problemas. ¿Cómo están ellos? —preguntó en un tono de voz neutral.

¿Muchachos? ¿Cuáles muchachos? No sabía con exactitud si se refería a Ethan y Aiden, o a los lobos en la bóveda. Si estaba aquí, suponía que se refería a los de la bóveda. Pero, ¿por qué se interesaba en ellos?

—Uh, ellos están bien, sí. —admití, forzando una sonrisa—. ¿Se le ofrece algo, o por qué está por aquí a estas horas de la noche? —inquirí con algo de nervio, pues aunque no habíamos hablado del tema acerca de que cuidaba de los lobos en la bóveda, no presentía si le gustaba o no que lo hiciera, y no poder saber qué era lo que pensaba me ponía los pelos de punta.

Deucalion achicó su sonrisa y tomó su bastón con menos fuerza. Pasó por mi lado y empezó a caminar, pero seguramente al no sentir mi presencia a mi lado, se detuvo y se giró a verme.

—Si no te molesta, me gustaría que me acompañaras a un paseo. No tardaremos, aunque sé que acostumbras a dormir tarde. —ni siquiera me dio chance de responder, ya que siguió su camino sin esperarme.

Dudé un segundo, y miré el pasillo que llevaba a las habitaciones, pensando en los gemelos. Luego giré a ver la bóveda, pero al oír los pasos de Deucalion me devolvieron a la realidad así que me puse en marcha para quedar a su lado.

—Bien, ahora toma mi brazo si no quieres que me caiga.

Salimos del banco y nos adentramos al bosque que estaba algo alejado de este

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Salimos del banco y nos adentramos al bosque que estaba algo alejado de este. Parecía que era él quien me llevaba porque yo no sabía hacia donde nos dirigíamos exactamente. Hasta que nos detuvimos en un lugar exacto. Deucalion se soltó del agarré que mantenía en su brazo y se acercó a un árbol para que su bastón se sostuviera.

—¿No te parece extraño que tus hermanos hayan aceptado la mordida, la cual las convirtió en hombres lobo, pero a ti, te transformó en algo más? —preguntó sin equivocarse en ninguna palabra. Poniéndome a dudar nuevamente.

Sí lo había pensado, muchas veces, para que mentir. Pero no es como que con mis pensamientos pudiera cambiar lo que es el presente y lo que el pasado fue. O... no estaba segura. Según Marin, mi poder era inmenso y podía hacer hasta lo inimaginable, solo que no sabía controlarlo bien.

—Palabras, querida. —hablo, llamando mi atención.

—Yo... uh, sí. —asentí, aunque él no podía verme. O eso creía.

Deucalion se dio vuelta, y se acercó a mí. —Eres muy extraña. —no sabía la verdad si sentirme halagada o insultada—. Pero no te lo tomes a mal. Ser extraño, aunque muchos no lo entienda es... único. ¿No te parece fantástico ser única, Atenea?

—E—eso creo.

—No, nada de creer. Sino ser. Otra vez, ¿no te parece fantástico ser única, Atenea?

—Sí. —ni siquiera dudé en responder justo lo que él quería escuchar.

—Bien. —sonrió y me tomó de los hombros dándome vuelta. Se posicionó detrás de mi sin soltarme los hombros y se quedó ahí—. Cierra los ojos y siéntelo. Siente el poder que corre por tus venas, Atenea. Concéntrate y siéntelo.

Así como me lo ordenó, cerré mis ojos poniendo toda mi confianza en él y me dejé llevar. Me relajé por completo y traté de concentrarme en sentir el poder, así como Deucalion había dicho. Una fuerte brisa nos golpeó, pero no le presté atención. Respiré tranquila y solté un ruidito leve al sentir algo quemar dentro de mi. No dolía, era... se sentía increíble y realmente poderoso. Ese fuego dentro de mi, que crecía cada vez más, lo vi. Era real.

—Ahora concéntrate y canalízalo. Contrólalo, no dejes que él te controle a ti. Solo piensa que quieres hacer y él te obedecerá. Tiene que.

Suspiré y pensé en hacer algo fácil, como crear luz. Iluminar el bosque. Así que volví a relajarme, tomando tranquilas respiraciones. Mis manos se alzaron a la altura de mi pecho, y aún con los ojos cerrados pude presentir la luz dorada irradiando de mis manos. El bosque estaba completamente alumbrado por mi poder y eso, a pesar de que era asombroso, me asustó. Jamás había hecho algo así.

—¡Eso es! —me felicitó el Alfa, acariciando mis hombros con delicadeza.

Sonreí, eliminando cualquier pensamiento negativo y me fijé en lo que estaba haciendo. Si seguía así, tal vez podía conseguir controlarlo.

Contrólalo, no dejes que él te controle a ti.

Volvimos al banco nuevamente, y nos separamos cuando llegamos al pasillos que dividía nuestras habitaciones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Volvimos al banco nuevamente, y nos separamos cuando llegamos al pasillos que dividía nuestras habitaciones. Me despedí de él con un abrazo de agradecimiento que lo sorprendió, y de igual manera me sorprendí a mi misma pues no era mucho de mostrar afecto a menos que sea para los gemelos.

Me separé rápidamente del Alfa y me apresuré a caminar fuera de su 'vista'. Esta vez me sentía segura y poderosa. No sabía lo que era aún, pero si de lo que podía ser capaz. Eso significaba que probablemente pasaría buena noche.

Pero ese pensamiento se desvaneció al percibir un olor a metal proveniente de la bóveda. Me asusté bastante y me apresuré a entrar para ver lo que había pasado, solo para encontrar una masacre y mucha sangre.

apocalypse   𖦹   teen wolf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora