¿Dónde estás?

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"Entonces, ¿dónde está Ryo?"

Los ojos de Gekko se abrieron bruscamente, el pánico emergiendo mientras intentaba procesar la imagen que tenía frente a él. Shoko estaba allí, sentada al revés en una silla, con los brazos cruzados en el respaldo y su rostro peligrosamente cerca del suyo. Pero algo no cuadraba en esa escena. 

Intentó liberarse, pero las cuerdas que lo sujetaban eran inquebrantables. Sintió cómo el pánico comenzaba a apoderarse de él, a punto de desbordarse, pero luchó con todas sus fuerzas por mantener la calma. Esto tenía que ser solo una pesadilla. Sí, solo un sueño del que podía despertar. Cerró los ojos con fuerza, rogando mentalmente que su cuerpo obedeciera y lo sacara de esa horrenda alucinación.

Pero cuando volvió a abrirlos, Shoko seguía allí, su mirada implacable y su presencia dominando todo el espacio.

"¿Intentas despertar, verdad? Qué adorable "dijo con un tono impregnado de veneno" Eres como un cachorro perdido, desesperado por una caricia, ansioso por complacer. Es... patético, en realidad"

"¿Qué quieres, Shoko?"

Shoko se inclinó aún más cerca, su aliento frío rozando el rostro de Gekko"Ya te lo dije. ¿Dónde está Ryo?"

"No lo sé "respondió Gekko, su voz tensa "No lo he visto desde esta mañana"

"Qué novio tan ejemplar eres ¿no? Ni siquiera puedes controlar a tu propio hombre"

El corazón de Gekko latía con tanta fuerza que sentía que podía reventar. Una mezcla de miedo y rabia lo consumía, pero se negó a permitir que Shoko viera el dolor que sus palabras le causaban.

"Podía sentirlo, sabes. Su confusión, sus emociones, eran como un faro en la oscuridad. Y luego... nada. Está muy lejos, Mateo"

La mente de Gekko corría a toda velocidad, tratando de comprender el significado detrás de sus palabras. ¿Qué quería decir con "muy lejos"? Imágenes de Yoru, solo y perdido, se proyectaban en su mente, pero antes de que pudiera analizarlas, Shoko lo hizo girar bruscamente, sumergiéndolo en una vorágine de mareo y confusión.

"Dado que ninguno de los dos sabe dónde está Ryo " susurró, su voz cargada de falsa dulzura " supongo que eso significa que podemos pasar un buen rato juntos, solo tú y yo"

Con un gesto fluido, Shoko extendió el brazo y un bate de metal se materializó en su mano. El frío brillo del bate reflejaba la tenue luz, y su peso era evidente cuando ella lo balanceó casualmente contra su palma"Muy bien, Mateo " comenzó Shoko, su voz destilando un entusiasmo perverso"juguemos un pequeño juego de trivia sobre Ryo. Veamos cuánto sabes sobre tu preciado novio. Si respondes mal... bueno, podrías terminar siendo una piñata humana. Me pregunto si derramarás dulces"

"Primera pregunta ¿cuál es la comida favorita de Ryo?"

La mente de Gekko giraba, repasando frenéticamente los recuerdos de las comidas que habían compartido. Recordaba cómo Yoru iluminaba cada vez que veía ciertos platos, pero... ¿cuál era su favorito? Antes de que pudiera responder, la voz de Shoko cortó sus pensamientos.

"¡Se acabó el tiempo!"

El bate impactó brutalmente en el costado de Gekko, y el dolor se propagó como una llamarada por todo su cuerpo. Su visión se nubló mientras se balanceaba violentamente, con las cuerdas clavándose en su piel. Mordió su labio para reprimir el grito que amenazaba con salir.

"Por favor  por favor, detente"

"Oh, Mateo "murmuró" apenas estamos comenzando"

"Bien, siguiente pregunta. ¿Cuál es el color favorito de Ryo?"

A solas contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora