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JAKE

La conciencia de Jake llegó lenta y obstinadamente.

Sus ojos estaban demasiado pesados para abrirlos, pero era vagamente consciente de que le levantaban las piernas y luego las volvían a bajar, con sus manos fuertes apoyadas suavemente en sus pantorrillas.

Y los susurros.

—Vas a despertarlo.

—Estoy teniendo cuidado. Lo estás acaparando.

—No lo estoy acaparando. Se quedó dormido así.

—¿Cuánto tiempo? —Unas pocas horas.

Bien.

Jake se había quedado dormido con la cabeza en el regazo de Heli -lo cual, a juzgar por la sensación firme de un muslo bajo su mejilla, todavía lo estaba- y ahora parecía que Heeseung se había unido a ellos, colocando la mitad inferior de Jake en su regazo.

Culo presuntuoso.

—Bueno, ahora no está dormido —susurró en el escenario el imbécil presuntuoso antes mencionado—. ¿Lo estás, corderito?

Jake emitió un gruñido de reconocimiento, aun sin estar dispuesto a despertarse lo suficiente como para formar palabras.

El muslo de Heli se movió debajo de él y el reconfortante peso de su mano abandonó la cabeza de Jake.

Maldita sea.

Sus caricias se habían sentido tan bien.

—¿Ves? Lo despertaste.

—Está bien —farfulló Jake, abriendo los ojos llorosos—.  Probablemente hubiera sucedido pronto de todos modos —parpadeó desde el sofá hacia Heeseung, quien ahora tenía un firme agarre de los tobillos de Jake, como si Jake fuera a salir corriendo si no lo sujetaban de  alguna manera.

Heeseung le guiñó un ojo, claramente sin arrepentirse de haberlo despertado.

—Dejaste tu escondite.

Jake tenía demasiado sueño para molestarse por la acusación. No  había considerado que estaba escondido.

Solo había estado...  procesando, como le había dicho a Heli.

El mordisco había sido abrumador, pero en el buen sentido. Lo cual en sí mismo era abrumador. Porque sí, el placer del mordisco lo había excitado -había estado esperando esa parte-, pero su reacción había sido más que eso.

Se trataba  de ellos.

Se trataba de sus olores y sus cuerpos presionados contra él, los  sonidos bajos de su aliento, el hambre que habían mostrado no solo por  su sangre sino por él.

Se había dado cuenta de que se sentía atraído por ellos.

Probablemente lo había sido desde el momento en que los vio. Atraído  instantáneamente, ferozmente y de una manera a la que no estaba  acostumbrado. De eso se trataba toda esa mayor conciencia, de sus  presencias más grandes que la vida.

Estaba un poco oxidado en ese  campo, por lo que al principio no lo había reconocido por lo que era. Lo que significaba que tenía una oportunidad aquí.

Para el tipo de relación sexual que alguna vez pensó que quería pero que no se creía capaz de realizar.

Una oportunidad que quedó aún más clara a la mañana siguiente, cuando Heeseung declaró sin rodeos que tanto él como Heli esperaban que volviera a suceder.

Bite me. (HeeJake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora