Bite me. (HeeJake)

EPILOGO

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HEESEUNG

—Mierda. Mierda. Mierda.

Heeseung sonrió, subiendo sus caderas aún más profundamente, sin dejar que su ritmo flaqueara ni por un segundo.

No siempre era tan vocal, su corderito, pero Heeseung lo tenía presionado contra la pared en el ángulo perfecto, golpeando su punto dulce con cada embestida y Jake había comenzado a balbucear sin pensar hacía años.

Por supuesto, la versión de Jake de balbuceo sin sentido era solo la palabra mierda una y otra vez. Heeseung le mordió la oreja y tiró del lóbulo con sus dientes romos.

—¿Te gusta eso, bebé? ¿Estoy llenando bien este vacío necesitado?

—Mierda.

—Date prisa —Heeseung miró hacia un lado y vio que Heli había entrado a la habitación en algún momento y le fruncía el ceño a Heeseung —. Estarán aquí en cualquier momento.

Pero eso no le impidió acercarse y tomar la boca de Jake en un beso sucio, bebiendo sus maldiciones ahogadas como si fuera su propia mezcla especial de ambrosía.

Heeseung se detuvo por un momento, acariciando la suave piel de la cadera de Jake cuando éste gimió en señal de protesta.

—Solo dices eso porque ya lo tuviste esta mañana —acusó antes de mover sus caderas nuevamente.

—Mmm —Heli siguió besando a Jake, sus rostros presionados contra la pared y a juzgar por el lamento en el que se habían convertido las malas palabras de Jake y los sonidos resbaladizos de la piel húmeda, estaba trabajando la erección de Jake con su mano.

Bien.

Heeseung aceleró el paso, cediendo a las llamas de excitación que lamían su columna vertebral, terminando justo después de que Jake gimiera, presumiblemente soltándose en la mano expectante de Heli.

Tan pronto como retiró su miembro gastado, Jake se giró y lo miró  fijamente.

—Idiota. Me dijiste que solo querías darme un beso antes de que llegaran los invitados.

Fue Sunoo quien sugirió una fiesta de inauguración para celebrar su  nueva vivienda en Seúl. Heeseung había estado a punto de decirle que se fuera a la mierda, pero Jake parecía tan complacido ante la idea que tuvo que morderse la lengua.

Heeseung sonrió, suavizando las líneas de expresión de la frente de Jake con su pulgar.

—¿Fue eso lo que dije?

No se molestó en mencionar que fue Jake quien comenzó a agarrar su erección, gruñiéndole para que se quitara los pantalones antes de que los rompiera en pedazos.

El demonio en él era una cosita insaciable una vez que todo se calentaba, incluso si a Jake le gustaba fingir que Heeseung y Heli eran los peores delincuentes.

—No lo olvides, es tu turno de cazar esta noche —le dijo Heeseung, poniéndose nuevamente los pantalones.

—Sí, sí —Jake agitó una mano desdeñosamente y entró en el baño para limpiarse.

Heeseung se sintió realmente utilizado. Estaba delicioso.

No había pensado que tendrían que recordarle que comiera como vampiro, pero Jake estaba enamorado de todos los aspectos del vampirismo excepto de beber sangre, que parecía solo tolerar.

Se deleitaba alargando el insomnio tanto como podía, a veces perdiéndose dibujando durante una noche entera sin descanso, solo porque podía - estaba haciendo un nuevo cómic para Younhan, uno que  Heeseung y Heli esperaban que algún día compartiera con el mundo-.