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JAKE

—Dios mío, Sun, ¿cómo puedes comer esto? —Jake apartó su plato de cereal que Sunoo había traído consigo, una parodia culinaria demasiado dulce claramente diseñada para domesticar a niños descarriados llevándolos a un coma de azúcar.

—Lo sé. Aunque es bueno —argumentó Sunoo con la boca llena. Tragó y volvió a llevarse otra cucharada—. ¿No te gusta? Jungwon dice que es lo mejor.

—Jungwon tiene un gusto por lo dulce que puede rivalizar con el tuyo, pequeño colmilludo. No es precisamente un testigo fiable.

Sunoo tarareó sin comprometerse y se metió otra cucharada en la boca.

La “noche de chicas” había continuado durante unas horas más, mientras Sunoo había puesto al día a  Jake sobre todos los vampiros en Seúl, cómo habían llegado a convertirse y cómo habían encontrado a sus compañeros, antes de que Beomgyu declarara que Yeonjun se estaba volviendo loco.

Inquieto -ni siquiera había mirado su teléfono, por lo que Jake tuvo que asumir que el conocimiento provenía de su vínculo- y huyó de regreso a casa.

En ese momento, Jake sintió que no tenía sentido dormir. Estaba pagando el precio por eso ahora, con la cabeza terriblemente confusa y las extremidades más pesadas de lo que deberían, pero tal vez podría convencer a los gemelos para que durmieran una siesta más tarde.

No es que necesitaran mucho convencimiento. Todo lo que realmente tendría que hacer era entrar al dormitorio y estarían justo detrás de él.

Acosadores.

Hablando de…

Jake miró de reojo a las tres formas corpulentas que estaban de pie alrededor de la mesa de la cocina. Los gemelos a los que ya estaba  acostumbrado, pero el otro...

—¿Hoon siempre te mira comer así? 

—No —Sunoo dirigió una sonrisa amorosa a su pareja—. Normalmente come conmigo, sobre todo si hacemos algo juntos. O...  ¡Oh! ¡Esto podría resultarte útil ahora! Así que lo que debes hacer es... —Sunoo se inclinó con aire cómplice, pero no bajó la voz ni remotamente—. Tomas una lata de crema batida...

Jake levantó su cuchara a la defensiva.

—Será mejor que esto no conduzca a ningún tipo de mención sobre el miembro de Sunghoon —advirtió.

Sunoo se recostó y enarcó las cejas. 

—¿Por qué no? Es uno extremadamente lindo. Jungwon siempre está muy interesado cuando menciono el tema.

Jake arqueó una ceja hacia Sunghoon, que parecía completamente imperturbable por la dirección de la conversación.

—¿No te importa que Jungwon escuche todo sobre tu...?

Sunghoon se encogió de hombros.

—Sunoo puede hablar con sus amigos como quiera. No tengo nada de qué avergonzarme.

Jake no pudo evitarlo; sus ojos se dirigieron hacia abajo, hasta llegar a...

—No le mires el paquete —gruñó Heeseung, empujando una barra de granola en la mano de Jake —. Mira los nuestros.

Sunoo dejó de sonreírle con adoración a Sunghoon para fruncir el ceño a Heeseung.

—¡No veo un anillo en su dedo! —Gritó, completamente sin sentido, antes de girarse hacia Jake—. No lo escuches. Puedes mirar la entrepierna de Sunghoon —ladeó la cabeza pensativo—. Aunque, tal vez no desnudo. Hoon desnudo es solo para mí. 

Bite me. (HeeJake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora