El día de la boda amaneció con un cielo despejado y un sol radiante que bañaba el castillo de Beaumont en una cálida luz dorada. El aroma de las flores frescas, traídas de todas partes del mundo, inundaba el aire mientras los últimos detalles se ultimaban con precisión. Cada rincón del castillo estaba decorado con un esplendor que reflejaba la importancia del acontecimiento.
Isa se despertó temprano, con el corazón latiendo rápido en su pecho. Aquel era el día en que su vida cambiaría para siempre. Mientras se preparaba, rodeada por su equipo, sus pensamientos se dirigieron a Pierre y al camino que los había llevado hasta este momento. Habían superado tantas cosas juntos, y ahora estaban a punto de sellar su amor ante el mundo.
El vestido de novia de Isa era una obra maestra. Diseñado especialmente para ella, el vestido era una combinación perfecta de elegancia y simplicidad. Hecho de la seda más fina, el vestido tenía un corpiño ajustado adornado con delicados bordados de hilo de plata que reflejaban la luz, dándole un brillo sutil. La falda caía en capas ligeras, fluyendo como una cascada a su alrededor, mientras una larga cola se extendía majestuosamente detrás de ella.
El velo, hecho de encaje antiguo que había pertenecido a las mujeres de la familia Beaumont durante generaciones, cubría su cabello recogido en un elegante moño, sujeto por un broche de diamantes que pertenecía a la madre de Pierre. Al mirarse en el espejo, Isa se sorprendió al ver cuánto había cambiado desde la primera vez que había puesto un pie en aquel castillo. Ahora, estaba lista para convertirse en la duquesa de Beaumont.
Cuando finalmente llegó el momento, Isa caminó por los pasillos del castillo acompañada por Jean-Paul, quien la guiaba hacia la gran sala donde se llevaría a cabo la ceremonia. El mayordomo, con una sonrisa suave, le susurró palabras de ánimo, recordándole que este era solo el comienzo de una nueva y maravillosa etapa.
La ceremonia fue celebrada en el gran salón del castillo, bajo la atenta mirada de los invitados más prestigiosos y la nobleza europea. Pierre, vestido con un elegante traje negro hecho a medida, esperaba al final del pasillo, incapaz de apartar la vista de Isa mientras ella avanzaba hacia él. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, todo lo demás dejó de existir.
Cuando Isa llegó junto a Pierre, el sacerdote comenzó la ceremonia, pronunciando palabras de unión y compromiso. Isa, con el corazón lleno de amor, aceptó convertirse en la esposa de Pierre, y con ello, en la duquesa de Beaumont. Al intercambiar los anillos, un susurro de emoción recorrió la sala, y cuando finalmente se pronunciaron marido y mujer, los aplausos resonaron en el gran salón.
Isa y Pierre se besaron bajo una lluvia de pétalos de rosa, sellando su unión en una promesa de amor eterno. Después de la ceremonia, una recepción fastuosa tuvo lugar en los jardines del castillo. Música suave, risas, y brindis por los novios llenaron el aire mientras los invitados disfrutaban de un banquete exquisito. La nueva duquesa de Beaumont fue presentada a la nobleza y a los invitados con todos los honores, recibiendo con gracia su nuevo título.
La noche de bodas llegó con un suave susurro de brisa que acariciaba los jardines. Isa y Pierre se retiraron al ala privada del castillo, un lugar que ahora se convertía en su hogar. El dormitorio, decorado con flores blancas y velas, reflejaba la intimidad y la calidez de ese momento.
Pierre tomó la mano de Isa, mirándola a los ojos con una intensidad que le hizo sentir que todo lo que habían vivido había sido solo el preludio de algo aún más hermoso.
—Te amo, Isa —le susurró con una voz cargada de emoción—. Gracias por darme la oportunidad de mostrarte el hombre que realmente soy.
Isa, con el corazón rebosante de amor, lo miró y respondió con suavidad:
—Te amo, Pierre. No puedo imaginar mi vida sin ti. Estoy lista para comenzar esta nueva vida juntos.
El resto de la noche fue un reflejo de todo lo que habían superado y de lo que estaban destinados a construir juntos. Una noche donde los miedos se desvanecieron y el amor se consolidó en cada gesto, cada susurro, y cada promesa silenciosa. El amanecer encontró a los nuevos duques de Beaumont más unidos que nunca, dispuestos a enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara, pero sobre todo, listos para vivir su amor en plenitud.
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"Entre Viñedos y Mentiras: La Historia de Isa y Pierre"
RomancePrólogo En el corazón de Salamanca, una joven publicista llamada Isa se encuentra en la encrucijada de su vida profesional. Ambiciosa y determinada, Isa ha soñado siempre con llegar a lo más alto en su carrera. La oportunidad perfecta parece present...