Capítulo 13

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La sala de enfermeras estaba vacía, era el primero en llegar, pronto comenzarían a entrar quienes terminaban el turno de la noche para hacer entrega de los pacientes que se encontraban hospitalizados. Jin se acercó a su Locker , guardó su chaqueta y su mochila y se colgó la credencial. Tomó los implementos que debía cargar consigo y fue a la computadora para imprimir las asignaciones del día, al abrir la página del programa vio que su día partía de inmediato en el quirófano, estaría en el equipo de Hobi. Quería sentir alivio de no tener que trabajar con Namjoon, pero su corazón decía otra cosa y de alguna manera se sentía desilusionado de no trabajar a su lado ese día.

Luego de la conversación con su hermano había estado analizando su situación actual y se dio cuenta que su vida giraba en torno a sus hijos y su trabajo y para él habían pocas oportunidades de darse un  gusto a solas. Cuando estaban casados con Seojoon siempre se daban un espacio para mantener el romanticismo, a veces se escapaban un par de días a la playa o reservaban una suite en un bonito hotel para compartir una cena romántica.  Con la trágica muerte de su esposo cualquier espacio de deleite personal se había terminado, se había dedicado exclusivamente  a la crianza y protección de sus hijos, a ayudar a su hermano para que terminara su carrera y a trabajar frenéticamente. Inconscientemente no quería tener tiempo, no quería tener espacios para extrañar a Seojoon.

Pero ahora era diferente y Jin lo había notado. Desde hace un tiempo ya  no se le apretaba el corazón cuando recordaba a su esposo, se estremecía de emoción cuando veía sus gestos en sus hijos, pero no sentía esa imperiosa necesidad de estar con él como antes. Lo recordaba con cariño, lo amaba, pero era un amor distinto, era un amor agradecido de todo lo que ese maravilloso hombre le había dado.

Jin suspiró y tomó el papel para colocarlo en la tablilla, miró a su alrededor y se sintió algo derrotado, su mundo era tan pequeño, debía hacer algo para salir de esa rutina sin rumbo, Taehyung tenía razón, los niños crecerían y el se quedaría solo, sin objetivos mas que trabajar. Independiente de lo que había despertado Namjoon en él, intentaría buscar algún horizonte que le llevara a plantear desafíos que enriquecieran su vida. Sonrió divertido, agradecía el beso del médico, en resumidas cuentas había sido el remezón que necesitaba para darse cuenta que le faltaba algo.

- Hola Jin-

Pegó un salto, no había escuchado que alguien había entrado a la sala, se volteó y vio a Jimin observándolo

-¿Te pasa algo?- Jimin notó su gesto de preocupación

- Hola pequeño, no en absoluto, estaba concentrado en organizar el día-

-¿Cómo estuvo el viaje a Daegu?-

- Bien, mucho trabajo como siempre-

- A mi toca la próxima semana, espero que sea un fin de semana tranquilo, y a mi pesar pasaré todo todo el  fin de semana con ese hombre que me tiene empeñado el corazón- Jimin mostraba todo su dramatismo al hablar del doctor Min.

Jin sonrió - Jimin, me divierte verte tan enamorado, pero tú no haces nada por  acercarte a él, quien no te dice que Yoongi también se siente atraído por tí-

- ¿Sabes algo?, el sábado fuimos con unos amigos a bailar y conocí a un atractivo chico que me dio su teléfono, quedamos en vernos un día de estos-

- ¿De verdad? me alegro mucho-

- Lo estuve pensando y creo que ya va siendo tiempo de olvidarme de el doctor gruñón, siempre será una quimera, él es un hombre demasiado discreto, poco se sabe de su vida, casi no se relaciona con quienes trabajamos con él. Es alguien prácticamente inalcanzable, si espero que algún día tenga un gesto conmigo que me haga pensar que puedo confesarle que me gusta, completaré ochenta años-

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