La prueba del café

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"El hombre es un animal que negocia, ningún otro hace esto, ningún perro intercambia huesos con otro".
George Perkins,

Amélie se acomodó en la silla frente a Juliette con la misma gracia controlada que había mostrado al deshacerse del intruso borracho. Colocó su taza de café sobre la mesa y, con un movimiento pausado, cruzó las piernas, mirando a Juliette con una expresión que mezclaba curiosidad y desafío.

Contreg, quien había permanecido en silencio hasta ese momento, hizo un leve gesto de asentimiento hacia Juliette antes de retirarse. Al salir, dejó sobre la mesa un fajo de billetes, suficiente para pagar varias rondas de café y comida. Sabía que lo que estaba por suceder requería la máxima concentración de Juliette. Esta era una batalla que tendría que librar sola.

Juliette observó a Amélie mientras ésta tomaba un sorbo de café, sus ojos oscuros evaluándola, como si estuviera buscando algo bajo la superficie.

-Así que tú eres la futura cabeza de la familia Ego -debia tantear como era su psique usando un tono de voz suave pero sabía que ella tenía una afilada nota de escepticismo-. Debo decir que estoy sorprendida. No pareces la típica heredera de un linaje tan... influyente. -

Juliette se mantuvo firme, sin dejarse intimidar . Su espalda recta, sus manos reposando tranquilamente sobre la mesa. La mirada de Amélie era penetrante, pero Juliette no parpadeó. Sabía que cualquier signo de duda podría ser interpretado como debilidad y demostrar eso sería aún error fatal

-¿Y cómo debería lucir una cabeza de familia según tú, Amélie? -replicó use el mismo tono igual de afilado que uso con el chico

Juliette manteniendo una calma que desmentía los nervios que batallaban en su interior

Amélie esbozó una pequeña sonrisa de diversión , apreciando la respuesta rápida de Juliette no podía negar que la agilidad verbal le era imposible de ocultar

-Debería ser alguien que no necesita hacer preguntas para saber la respuesta -sonrei dejando caer la primera estocada verbal-. Alguien que comprenda que la verdadera fuerza no reside en la apariencia, sino en la percepción de tu rival -

Amelia tenía punto a favor ya que hablaba de algo tan común como aparentar que eso daba una imagen de poder o no

Juliette inclinó ligeramente la cabeza como si estuviera considerando sus palabras,
aunque su mente ya estaba calculando la siguiente respuesta

-Y la percepción eh -parafraseando lo que dijo - no siempre es lo que parece, ¿verdad? Después de todo, la gente suele subestimar lo que no comprende. Tal vez mi apariencia es mi mayor ventaja y no parezco un depredador activo todo el tiempo -

Amélie entrecerró los ojos reconociendo el contraataque de Juliette. No se dejó impresionar fácilmente, pero había algo en la joven heredera que la intrigaba sus ojos notaba rasgos de una personalidad pero de qué tipo aún no sabía . Levantó la mano, llamando la atención del camarero, y pidió otra ronda de café.

-Interesante muy bien-estaba siendo muy buena en el juego de estocadas -. Pero dime, ¿qué harás cuando la gente no se detenga en las apariencias y decida probar tu fuerza? El poder de la familia Ego no es algo que se herede, es algo que se conquista. ¿Estás preparada para lo que eso implica? -

Juliette no titubeó pero respiro lento para poder responder tomando un poco de aire detallo como la mujer que tenía delante era alguien de respeto

-El poder verdadero no se conquista, Amélie, se mantiene. Cualquiera puede tomar el control por un momento, pero solo los que entienden la naturaleza del poder pueden conservarlo. No me subestimes solo porque aún no he tenido que demostrarlo.

El Arte de la Crítica: Sombra de un CríticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora