Lujuria

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Que importa lo que pasará para alguien que realmente no le interesa más que su familia que aunque el mundo este ardiendo el no movería un dedo porque no le interesa más que lo suyos

Kohut à caminaba por el oscuro pasillo que conducía de regreso a su celda. Sus pasos resonaban en la piedra fría, cada golpe un eco de su poderosa presencia, como un latido sordo que vibraba en el aire. Las luces titilaban, lanzando sombras que danzaban en las paredes, y en su mente, una sinfonía de pensamientos se entrelazaba, siempre en movimiento, siempre calculando.

De repente, una puerta se abrió al final del corredor. Era un portal adornado con intrincados grabados, que apenas dejaba ver la figura que aguardaba al otro lado. Con una inclinación de cabeza, los guardias que lo escoltaban se detuvieron. La reina de los súcubos se presentó, envuelta en una atmósfera de misterio y poder.

-Kohut à querido que irónico encontrarte. - disfrutaba de ver a quel hombre quien nos libero

ella, su voz suave como seda, pero con una autoridad que erizaba la piel

-. He estado esperando este encuentro también - sonrió mientras la miro

Kohut à se detuvo, sus ojos fijos en ella. No era una mujer cualquiera; su belleza era hipnótica, casi sobrenatural, y la oscuridad a su alrededor parecía envolverla en un aura de peligro.

-¿Qué es lo que desea la reina de los súcubos de un prisionero que es su humilde servidor?-respondo con amabilidad

Pero ella tono desafiante, casi burlón en su voz esto hizo que la reina sonriera, pero su mirada era dulce.

-No eres un prisionero común, Kohut à. Tu mente es un laberinto intrigante, y me interesa saber qué pensamientos habitan en él. He oído de tu... habilidad para manipular la verdad. - me acerco lentamente a el

Kohut à ladeó la cabeza, intrigado.

- Que privilegio es que mi humilde fama llegará a usted majestad- hago un reverencia - Aunque manipular la verdad es un arte, mi reina, no un simple juego. Pero, ¿qué te trae a mí? ¿Acaso buscas obtener algo que no puedes tener majestad -

La reina se acercó, su presencia casi tangible, como si cada paso que daba alterara el aire a su alrededor.

-He visto como mataste tus compañeros,y que para ti las cosas fáciles de engañar. Tu poder sobre alguien es notable. - debo jugar con algún pecado en el - Pero te advierto, no todos son tan débiles. El arte de la conversación puede ser un arma de doble filo.-

Kohut à sonrió pero paso de largo pasando aún lado de la reina

-Es cierto, la verdad es un juego peligroso. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no tienen nada que perder? Majestad - me detengo estando al lado de ella -Para ellos, el mundo puede arder y no moverían un dedo. Solo les importa su propia familia.-

La reina frunció el ceño, claramente interesada.

-¿Y tú? ¿Qué es lo que realmente te importa, Kohut à? ¿Te importa tu propia familia, o estás tan ensimismado en tu juego que has perdido la capacidad de sentir?- sabía que eso era un tema sensible

Un silencio cargado de tensión se instaló entre ellos. Kohut à evaluó la pregunta, y en su mente, las respuestas se entrelazaban como un rompecabezas.

-La familia es un ancla en este mar de caos, mi reina. Pero no estoy aquí para salvar el mundo, ni para perderme en su miseria. Estoy aquí para sobrevivir, y eso requiere más que simple sentimentalismo. - el aroma de la reina era hipnótico para los tontos - y no me importa las vidas que tenga que sacrificar por su bienestar ni cuántos reyes deba erradicar -

La reina lo observó, sus ojos azules profundos como océanos oscuros.

-Quizás eso es lo que te hace tan peligroso, Kohut à. La indiferencia hacia lo que está fuera de tu esfera porque tú familia - sentí mi respiración se volvió pesada como si no pudiera respirar

-ten cuidado, porque incluso aquellos que no se preocupan o participan pueden convertirse en peligros para quien sea majestad - me llamo los labios -Pero, ¿qué hay de ti, reina? ¿Cuál es tu verdadero interés en todo esto?

Kohut à sintió que el aire estaba como decía sentirse ante un teatro de muerte

(No soy un peón. El tablero es mío, y cada movimiento está cuidadosamente planeado)

La reina sonrió nuevamente, un destello de astucia en su mirada. Cuando volvió a respirar

-Sólo quiero entenderte. Y quizás, en el proceso, también aprender sobre el poder que reside en ti que eres el último de tu especie - no era tonto en verdad y al ser el padre notaba que si tocaba a su familia no dudaría en eliminar o morir por defenderlos

Con un gesto de su mano, las sombras del pasillo parecieron cobrar vida, danzando alrededor de ellos. Kohut à sintió que la atmósfera se cargaba de una energía palpable, un tirón hacia lo desconocido.

-Si deseas entender el poder de la conversación, deberías observar de cerca. La verdad, después de todo, puede ser tanto un arma como un escudo. -suspiro

La reina lo miró fijamente, y en ese instante, ambos supieron que su encuentro no sería el último. En un mundo donde el caos reinaba y la verdad se ocultaba en sombras, sus caminos estaban destinados a entrelazarse de formas que ninguno de los dos podía prever.

Mientras los guardias se preparaban para llevar a Kohut à de vuelta a su celda, él sonrió en su interior. La vida era un juego, y en cada jugada, siempre había más en juego de lo que parecía..

-Cuida tu trono lujuria porque no me importa tomar lo que me pertenece - sonrió al cerrarse mi celda y viendo que ella voltea verme

El Arte de la Crítica: Sombra de un CríticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora