CAPITULO 6: REFLEXIONES OSCURAS.

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Ricardo despertó en su departamento, sintiéndose más cansado de lo que había esperado. Las dos primeras noches en Fredina's Fazbear Anime lo habían dejado agotado tanto física como mentalmente. Se dirigió a la cocina y preparó una taza de café, tratando de sacudirse la sensación persistente de que algo estaba mal. Mientras bebía, su mente volvió a la noche anterior, recordando los movimientos calculados de Fexa, los susurros conspiradores de Chiku y Bonfie. Sabía que las cosas solo empeorarían, pero tenía que seguir adelante, no solo por el trabajo, sino porque ahora estaba demasiado involucrado como para dar marcha atrás.

De repente, la puerta del apartamento se abrió y Evan entró. Tenía una expresión preocupada en su rostro, como si algo lo estuviera atormentando.

Evan: "Ricardo, tenemos que hablar."

Ricardo levantó la vista de su café, notando la seriedad en los ojos de su amigo.

Ricardo: "¿Qué pasa, Evan? ¿Todo bien?"

Evan se acercó y se sentó en la mesa frente a Ricardo, su voz bajando a un susurro.

Evan: "Escuché sobre lo que pasó anoche. Las animatrónicas... casi te matan, ¿verdad?"

Ricardo asintió lentamente, sorprendido por lo mucho que Evan sabía.

Ricardo: "Sí, fue una noche difícil. Fexa casi logra atraparme, y Bonfie y Chiku no se quedaron atrás. No es un trabajo fácil, pero sobreviví."

Evan suspiró y se frotó las sienes, como si estuviera luchando contra un recuerdo desagradable.

Evan: "No puedo evitar pensar en lo que me pasó hace años, cuando fui mordido por esa maldita osa animatrónica. Lo que estás viviendo ahora me hace revivir todo ese horror. No quiero que te pase lo mismo que a mí, Ricardo."

Ricardo dejó la taza de café a un lado y se inclinó hacia su amigo, tocando su brazo en un gesto de apoyo.

Ricardo: "Evan, lo que te pasó fue terrible, y entiendo por qué estás preocupado. Pero esto es diferente. Estoy más preparado, tengo más información. No dejaré que me atrapen."

Evan: "Pero eso es lo que me preocupa. Esas máquinas... no son normales. Lo que ocurrió anoche solo reafirma lo peligroso que es ese lugar. No es solo un trabajo, Ricardo. Hay algo oscuro en Fredina's Fazbear Anime, y no quiero que te consuma como casi me consume a mí."

Ricardo: "Lo sé, Evan. Puedo sentirlo también. Pero necesito seguir adelante. Si renuncio ahora, solo estaré huyendo. Tengo que enfrentar esto."

Evan guardó silencio por un momento, pensando en las palabras de su amigo. Finalmente, asintió, aunque con evidente reticencia.

Evan: "Entiendo. Solo... ten mucho cuidado, ¿de acuerdo? Y si en algún momento sientes que es demasiado, prométeme que dejarás ese trabajo."

Ricardo le dio una sonrisa tranquilizadora y asintió.

Ricardo: "Te lo prometo, Evan. No arriesgaré mi vida innecesariamente."

El día transcurrió en relativa calma, aunque la conversación con Evan seguía rondando en la mente de Ricardo. Sabía que su amigo tenía razón; algo oscuro estaba acechando en ese lugar, y cada noche que pasaba parecía acercarlo más a un peligro que no entendía del todo.

Esa noche, mientras se preparaba para su tercer turno, Ricardo sintió una mezcla de determinación y aprensión. Se dirigió al local, sabiendo que esta vez tendría que ser aún más cauteloso. No podía permitir que su confianza se convirtiera en su debilidad.

Al llegar, encontró a Elizabeth revisando algunos papeles en la recepción. Ella levantó la vista cuando lo vio entrar.

Elizabeth: "Ricardo, justo a tiempo. ¿Listo para otra noche?"

Ricardo: "Lo estoy. Aunque no puedo evitar sentir que las cosas se están volviendo más intensas cada vez."

Elizabeth suspiró y dejó los papeles a un lado.

Elizabeth: "Sí, puedo sentirlo también. Estas animatrónicas... son diferentes. Hay algo en ellas que no puedo explicar. No son solo máquinas, Ricardo. Tienen una especie de... voluntad propia."

Ricardo frunció el ceño, sorprendido por la confesión de Elizabeth.

Ricardo: "¿A qué te refieres exactamente?"

Elizabeth: "He trabajado aquí por un tiempo, y al principio, todo parecía normal. Pero con el tiempo, noté pequeños cambios. Movimientos que no deberían hacer, sonidos que no deberían emitir. Como si estuvieran... conscientes de lo que somos y lo que estamos haciendo."

Ricardo: "¿Y por qué no has hecho nada al respecto? ¿No puedes simplemente apagar las animatrónicas durante la noche?"

Elizabeth: "Lo intenté, pero no es tan simple. Cada vez que intento desactivarlas, algo sale mal. Es como si el sistema estuviera diseñado para evitar que se apaguen por completo durante las horas nocturnas. Hay algo en los protocolos que no puedo cambiar."

Ricardo sintió un escalofrío recorrer su espalda. No solo estaba enfrentando a máquinas avanzadas, sino a algo que parecía tener una agenda propia.

Ricardo: "Entonces, ¿qué sugieres que haga?"

Elizabeth: "Sigue vigilante. No dejes que te atrapen desprevenido. Y si notas algo más extraño de lo habitual, anótalo. Tal vez podamos descubrir qué está pasando realmente."

Ricardo asintió, agradecido por el consejo de Elizabeth.

Ricardo: "Lo haré. Gracias, Elizabeth. Nos vemos mañana."

Elizabeth le dio una sonrisa de apoyo antes de salir por la puerta principal, dejando a Ricardo solo una vez más. Se dirigió a la oficina de seguridad y se sentó en la silla, encendiendo las cámaras para su tercera noche.

Antes de que la noche comenzara oficialmente, Ricardo reflexionó sobre todo lo que había aprendido. No era solo un trabajo más; estaba en medio de algo mucho más grande y peligroso. Pero no se dejaría intimidar. Mantuvo sus ojos en las cámaras, sabiendo que cada segundo contaba y que cualquier error podría ser fatal.

A las 12:00 AM, la noche comenzó oficialmente, y Ricardo se preparó para lo que vendría. Sabía que Fexa, Bonfie, Chiku y Fredina estaban esperando. Pero esta vez, estaba más listo que nunca.

FIVE NIGHTS AT FREDINA'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora